Representantes de la justicia y de la diplomacia ecuatoriana esperan que en 2016 la justicia de Estados Unidos  tome en cuenta la valoración de nuevas pruebas para sacar del ‘corredor de la muerte’ al compatriota Nelson Iván Serrano Sáenz, a quien lo implican en la muerte de 4 estadounidenses en diciembre de 1997.

Según fuentes del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, la moción interpuesta por la defensa de Serrano se refiere a pruebas de ADN, evidencias y testimonios que no fueron presentados por los abogados asignados al implicado por la Administración de Justicia de Florida.

La defensa respalda la acción en la Regla 3.851 del Procedimiento Criminal de Florida: alega ineficiencia de los abogados asignados para la primera etapa del proceso penal, al no presentar ninguna prueba o evidencia de descargo.

Por ello, en septiembre de 2015, las autoridades de la justicia y la diplomacia ecuatoriana presentaron la queja formal de Ecuador frente a las violaciones a los derechos humanos en el juicio contra Serrano.

En 2016 se espera que el caso tome un nuevo giro tras la reunión que mantuvieron el 21 de septiembre de 2015 la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga; Nadia Ruiz, del Ministerio de Relaciones Exteriores; Francisco Borja, embajador del Ecuador en EE.UU.; y Eduardo Rivadeneira, cónsul en Miami, con Jack Heekin, secretario general Jurídico del Gobernador de Florida, para analizar el caso.

Esta visita oficial se realizó, además, previo a la resolución que emitirá la Corte Suprema de la Florida ante la apelación interpuesta en julio del año pasado por Marcia Silvers, abogada contratada en Estados Unidos por el Ministerio de Justicia de Ecuador para la defensa de Serrano.

Silvers basó su alegato en la ineficiencia de los abogados asignados por la administración de justicia del estado de Florida.

Así el Ministerio de Justicia apeló  como Estado al debido proceso, a la valoración de nuevas pruebas y a un juicio justo.

Además, se apeló a la sentencia de pena de muerte mediante el recurso de ‘Writ of Certiorari’ y se interpuso una moción o recurso legal a base de la citada Regla 3.851 del Procedimiento Criminal de Florida.

“Apelamos como Estado ecuatoriano, a través de la Gobernación de Florida, para que se siga un debido proceso y que las evidencias aportadas por la defensa de Nelson Serrano sean incluidas para garantizar un juicio justo”, indicó Zúñiga.

Francisco Borja se refirió a las cartas oficiales enviadas previamente por la Embajada ecuatoriana al Departamento de Estado norteamericano, las que manifiestan el interés y la preocupación del Ecuador por este tema.

Según Francisco Serrano, hijo del ecuatoriano, han surgido nuevos indicios sobre la inocencia de su padre. De allí que la Embajada de Ecuador en EE.UU. resaltó la importancia de que eso se conozca, tanto en el ámbito judicial como político en la Florida.

Añadió que las evidencias están a favor de su padre y prueban su inocencia, pero los fiscales de Florida no las toman en cuenta porque no quieren que sus carreras terminen. Además, “usan la presión política, porque creen que a nadie le importa la vida de este latino. La sentencia fue influenciada por el fiscal de Florida, Paul Wallace, una persona que solo buscó ganar un juicio sin ninguna objetividad”.

Francisco planteó a la Gobernación de Florida la protesta sobre las violaciones de la soberanía y las leyes del Ecuador, las normas internacionales, el acuerdo de extradición y los derechos humanos de su padre. También expuso la preocupación por su salud y entregaron miles de firmas de apoyo para exigir un juicio justo.

De ocurrir aquello, sería una especie de revisión en donde se tendría la oportunidad de reinvestigar todo. Por ejemplo, las pruebas de ADN en la escena del crimen que -según Francisco- jamás fueron comparadas con huellas de su padre; otros 13 rastros que no fueron comparados con nada; que se tomen en cuenta los tiempos entre el crimen y los traslados de su padre en aeropuertos; y que se investigue que 2 semanas antes del cuádruple crimen un empleado de la empresa llegó con pistola en mano a amenazar de muerte a George, una de las víctimas. Además, que se violó el acuerdo de extradicción para detener en Ecuador a Nelson Serrano.

Insiste en que sea revisado el proceso, que lo juzguen jueces imparciales, que se revisen las pruebas de acuerdo con los hechos, el ADN, el testimonio de un testigo ocular clave recientemente presentado a la Corte y que se incorporen informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Comisión Interministerial del Ecuador que fue formada en 2008 para analizar este caso.

“No nos quedaremos callados mientras planifican matar al primer ecuatoriano en la historia del corredor de la muerte estadounidense. Si no lo conseguimos, la fecha de ejecución de mi padre será programada”, destacó su hijo a EL TELÉGRAFO.

“El Estado brinda el apoyo a Nelson Serrano y su familia, y estamos pendientes del caso”, manifestó el embajador de Ecuador en Estados Unidos, Francisco Borja.

A través del Ministerio de Justicia, Ecuador emprendió varias acciones enfocadas a salvaguardar el derecho a la vida de Serrano y evitar su ejecución.

En octubre de 2006 Serrano fue declarado culpable de los asesinatos de Frank Dosso, Diane Patisso, George Patisso y George Gonsalves, suscitados en la ciudad de Bartow, condado de Polk, Florida, el 3 de diciembre de 1997 (ver gráfico).

Su estado de salud se deteriora

Nelson Serrano, nacido en Quito el 15 de septiembre de 1938, según su familia, está enfermo y no recibe la atención médica y humana que requiere, incluso por su edad.
Nelson, quien ahora se encuentra recluido en el Centro de Detención Federal Tallahassee, viajó a trabajar en Estados Unidos en mayo de 1964, cuando tenía 26 años.

Siete años después (en 1971) se nacionalizó estadounidense, lo que facilitó que emprenda su propio negocio en ese país (ver gráfico).

A él, funcionarios ecuatorianos que se trasladaron a Estados Unidos lo encontraron con problemas de salud: vista, dentadura y oídos.

Francisco, en la última visita que realizó a su padre, asegura que lo encontró casi completamente sordo, ciego en un ojo y con complicaciones en su salud, propios de su edad.

“Lo malo es que no le dan la atención médica básica para que pueda comer, oír o ver. Le falta dentadura, auriculares y una lupa”, explicó.

Alertó que la salud de su padre sigue deteriorándose cada día. “Ha sido una pelea tremenda también lograr que le den atención médica y medicinas, ya que él tiene osteoporósis, padece de presión alta, el ojo izquierdo está totalmente ciego y el derecho tiene una degeneración macular, sin embargo no le facilitan vitamina D y una droga que requiere para aplacar esas y otras dolencias”, indicó. (I)