Medio siglo buscó a hermana que vivía en la misma ciudad
Los ojos de María Teresa Romero no dejaban de observar el rostro de su hermana Ángela, a quien volvió a ver después de 52 años. Los agentes de la Dinased lograron ubicarla en un domicilio en el norte de Quito, donde residía hace varios años.
El reencuentro que demoró más de medio siglo fue emotivo y ambas mujeres se abrazaron fuerte mientras María confirmaba con su mirada que se trataba de su hermana, cuya imagen la había grabado en su mente desde 1963 cuando se abrazaron por última vez.
Ángela, de 12 años, en aquel entonces, se quedó trabajando como empleada doméstica en una residencia en el sector de La Basílica, en el norte de Quito.
María tenía 24 años cuando entró a trabajar a otra casa, igualmente como doméstica, obligadas por su padre, quien las trajo a la capital desde Píllaro, en la provincia de Tungurahua, después de la muerte de su madre.
Ángela comentó a su familiar que tiene una hija, un nieto y un bisnieto. “Tengo mucho resentimiento en mi corazón, porque no me buscaron, me dejaron en las calles. Nada fue fácil”, manifestó.
“Nos hemos criado huérfanas, papá nos vendió. Yo también sufrí. Tu hermana menor, la Manuela, está casada y vive en Yaruquí, tiene 3 hijos”, dijo María a su hermana menor, quien sonriente no dejaba de mirarla.
“Mi hermano, el segundo, vive en Machachi, tú te quedaste trabajando al frente de La Basílica, te fui a buscar pero nunca te encontré, nadie me dio razón, siempre te estaba buscando”, insistió María con la voz quebrada.
El capitán César Lozada, agente investigador de Dinased, explicó que María Romero Freire presentó la denuncia el 17 de julio. Los agentes iniciaron las investigaciones y lograron ubicar a la mujer en el sector de Carapungo.
Una de las claves para hallarla fue la verificación del registro de salida del país. Ella viajó a Brasil donde residió 3 años y regresó al país; con esos datos los agentes dieron con el paradero de Ángela. (I)