Como un buen hijo, hermano y compañero, así recuerda Vilma Segura a su hijo David Borja, el estudiante de 25 años que fue reportado desaparecido el 27 de octubre de 2015 y del que se presume que podría tratarse el cuerpo hallado el último sábado en Llano Chico, nororiente de Quito. Segura reside en España hace una década, pero nunca perdió el contacto con su hijo.

Cuando se enteró de su desaparición, la madre abordó un avión y llegó a Quito el 30 de octubre, para acompañar en la búsqueda.

La familia reportó su desaparición en la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased).

David Borja tenía un hermano menor, Juan Carlos, de 18 años. Ambos vivían con su padrastro en el norte de Quito.

La mujer destacó que David seguía la carrera de Mecatrónica y su anhelo era ganar una beca para estudiar una especialización en el extranjero, regresar al país e iniciar su propia empresa.

El 27 de octubre David se reunió con unos amigos para celebrar un cumpleaños, al salir tomó un transporte a Carapungo, norte de Quito. “Él estaba en una furgoneta de regreso, pero no llegó a la casa”, dijo la madre.

Ahora esperan los resultados de ADN para confirmar el 100% de su identidad. Luego de eso, la progenitora aún no ha decidido si regresará a España o permanecerá en el país.

Víctor Aráuz, director nacional de la Dinased, afirmó que en aproximadamente 8 días se podrían tener los resultados de la identidad genética del cadáver hallado en la avenida Simón Bolívar. Según la documentación encontrada junto al cadáver, podría tratarse de David Borja.

Durante casi un mes se efectuaron 7 búsquedas a base de la información entregada por las personas de su entorno. “El conductor de la furgoneta dijo que lo había dejado a la altura de la empresa Yanbal, por ahí empezaron la búsqueda”, dijo Aráuz. (I)