Alejandro B. H., instructor de gimnasia de la Concentración Deportiva de Pichincha, fue separado de las actividades físicas.

Así lo informó ayer Aníbal Fuentes, presidente de la institución, luego de que se conociera sobre un presunto caso de abuso sexual en contra de cuatro alumnas.

El sábado último, un grupo de padres de familia acudió hasta la Concentración Deportiva de Pichincha, en La Vicentina (norte de Quito), para exigir sanciones contra el maestro.

Son cuatro padres que exigieron sanciones y controles en la Concentración. Los progenitores advirtieron que ya presentaron la denuncia en la Fiscalía.

Los familiares aseguraron que hay una quinta víctima, pero todavía no se anima a denunciar por temor a represalias.

Según la versión de las alumnas -de entre 8 y 10 años- el maestro, con el pretexto de las clases de gimnasia, les indicaba que tenían que hacer secuencias de estiramiento para mejorar las rutinas físicas.

Sin embargo, las niñas aseguraron que el instructor tocaba sus partes íntimas. Cristina Almeida, integrante de Nina Warmi, acompañó a los padres en la jornada.

Ella afirmó que una de las niñas confesó que empezó a ponerse doble licra para no sentirse incómoda por las prácticas del profesor. Las versiones de las menores dan cuenta de que el hombre las llevaba a un salón que no se empleaba para las prácticas deportivas.

Uno de los padres dijo que se dio cuenta de que algo extraño pasaba con su hija, porque  ya no quería asistir a los entrenamientos.

Fuentes indicó que la Junta Metropolitana de la Niñez notificó a la Concentración Deportiva que el profesor tiene que ser ubicado fuera del entorno deportivo y del contacto con los alumnos “respetando sus derechos laborales”.

En ese sentido, dijo Fuentes, el maestro fue ubicado en funciones de oficina en la Liga Cantonal de Mejía, en Machachi, “hasta que se cumpla el respectivo proceso legal”. (I)