El caso Zimmerman, un juicio que abre heridas raciales
La absolución del vigilante voluntario George Zimmerman, acusado de asesinato en segundo grado por la muerte en 2012, en Florida, del adolescente negro desarmado Trayvon Martin, removió en Estados Unidos la herida de la desigualdad racial y desató una nueva ola de protestas.
Los temas siempre candentes en EE.UU. de los derechos civiles, la igualdad racial y el derecho a poseer armas y utilizarlas en legítima defensa adquirieron en este juicio una enorme dimensión mediática, según expertos jurídicos de Miami.
El caso, sin duda, conmocionó y polarizó la sociedad y los titulares de prensa, además de haber generado una ola de protestas por todo el país, sobre todo después de que se supiera que la Policía de Sanford dio validez a la versión del vigilante y no lo arrestara ni presentara cargos porque no había pruebas que contradijeran su declaración.
Por ello, como ya lo había advertido Mary Anne Franks, profesora de Derecho de la Universidad de Miami (UM), la “absolución completa de Zimmerman produciría, con certeza, una seria crítica y un escrutinio de la sociedad, especialmente sobre aspectos que conciernen a la igualdad racial y los derechos civiles”.
Y, en efecto, así sucedió después de que ayer, cientos de manifestantes en distintas ciudades de Estados Unidos cantaron, oraron y -en algunos casos aislados- provocaron desórdenes en protesta por el veredicto absolutorio a Zimmerman.
A partir del fallo, entidades pro derechos civiles presentaron dos peticiones a la Casa Blanca para que el Gobierno inicie un juicio civil contra el exvigilante de origen hispano.
Los hechos y el proceso
Zimmerman, de 29 años y de madre peruana, mató de un disparo en el pecho a Martin, un joven negro de 17 años, la noche del 27 de febrero de 2012 en una urbanización de la pequeña población de Sanford, centro de Florida, por donde patrullaba el vigilante voluntario.
Él no se escondió y mantuvo la versión de que disparó esa noche en defensa propia contra Martin, quien volvía a la casa de la pareja de su padre y caminaba por Sanford con la capucha de la sudadera puesta, lo que despertó las sospechas de Zimmerman, quien acabó enzarzado en una pelea con el chico.
Sobre la absolución, Robert Zimmerman Jr. aseguró en una entrevista en la cadena de televisión CNN que, pese a no ser declarado culpable (George, su hermano), quedará libre, “pero no del todo”, pues “va a tener que mirar por encima del hombro el resto de su vida”.
Incluso el presidente Barack Obama salió a pedir calma ante las protestas y señaló que la muerte de Trayvon Martin fue una tragedia; no solo para su familia, o para cualquier comunidad, también para Estados Unidos. “Debemos preguntarnos si estamos haciendo todo lo posible para detener la ola de violencia armada que acaba con demasiadas vidas en todo el país de manera diaria (...). Esa es la manera de honrar a Trayvon Martin”, concluyó.
Al respecto, Franks expresó: “Más allá de la absolución, la gente razonable convendrá en que la muerte de Martin pudo haberse evitado. En ese sentido, EE.UU. afronta problemas serios con la violencia de las armas y la desigualdad racial, temas en los que se deberá ahondar a raíz de este proceso”.
Edward R. Shohat, un reconocido abogado de Miami, precisó que la ley de Florida resulta protectora en lo que atañe al uso de la fuerza en defensa propia, incluso para el que comenzó la pelea. “En un punto, si tienes un miedo razonable de que tu vida corre peligro, la legislación permite el empleo de la fuerza letal”, destacó.
Los especialistas Franks y Shohat coincidieron en que, a la postre, se trata de un caso que plantea serias cuestiones sobre la raza y el uso de las armas.
PETICIONES PARA QUE SE INICIE UN LITIGIO CIVIL
Los promotores de las peticiones al Departamento de Justicia y al fiscal general de EE.UU., Eric Holder, que acusen judicialmente a Zimmerman por la privación del derecho civil de Martin a la vida, deben cumplir ciertos requisitos para que eso pueda ocurrir.
Los pedidos (que se generan en un portal de Internet que la Casa Blanca tiene para la presentación de solicitudes ciudadanas) deben alcanzar 100.000 firmas en un mes. Una de las solicitudes, iniciada el sábado después de que se conoció el fallo de un jurado de seis mujeres en Sanford (Florida), tenía la mañana del lunes 1.161 firmas. Otra, también del sábado, había acumulado 13.206 rúbricas.
Por su parte, el Departamento de Justicia indicó que su división de Derechos Civiles, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Fiscalía General de Estados Unidos evalúan las pruebas presentadas durante el juicio.
“PERFIL RACIAL”, LAS PALABRAS PROHIBIDAS
La Fiscalía sostuvo en su acusación que Zimmerman, de madre peruana, disparó al joven desarmado “porque quiso, a sangre fría” y que lo hizo influido por su “perfil” (no utilizó el término “perfil racial” porque el tribunal prohibió su uso) y no en defensa propia.
“Cuando Zimmerman vio a Trayvon, -según explicó la Fiscalía en una audiencia- no vio a un adolescente caminando hacia su casa, en lugar de eso lo identificó como alguien que iba a cometer un crimen en el vecindario y actuó contra la víctima, y por eso estamos aquí”.
Por su parte, la versión de Zimmerman sobre su actuación en defensa propia se fundamentó en que Martin le propinó un puñetazo en la nariz, lo empujó y, al caer al suelo, el muchacho se sentó a horcajadas sobre él y comenzó a golpearle y sacudir su cabeza contra el suelo.
La Policía de Sanford dio validez a la versión de Zimmerman y no lo arrestó ni presentó cargos porque no había pruebas que contradijeran su declaración.
Además, la legislación de Florida resulta protectora con aquellos que hacen uso de la fuerza en situaciones en que se sientan en peligro.