“Conseguir escopolamina en el bajo mundo es fácil”
El uso de la escopolamina por parte de antisociales ha tomado fuerza en el país. Su fácil adquisición es lo que ha motivado, según Daniel Adler, experto en Seguridad Ciudadana y Antiterrorismo Urbano, a cometer frecuentes actos delictivos en los que las víctimas son sometidas -a través de esta droga- a un trance del cual no pueden salir. Adler dialogó con El Telégrafo sobre los efectos que causa esta sustancia en el cuerpo y la amplia gama de somníferos que utilizan los delincuentes para sus fechorías.
A su criterio, ¿es fácil conseguir la escopolamina?
Es realmente muy fácil, es más, en el bajo mundo hay una especie de comodato, esto quiere decir que el “proveedor” de esta droga entrega en calidad de socio el preparado al delincuente, quien se compromete a pagar por la sustancia luego de haber consumado el hecho. Se consigue mediante envíos de correo desde Medellín o Bogotá.
¿Cómo contactan al “proveedor”?
Por Internet hacerse de estas sustancias es relativamente fácil. Son muchísimas las vías para conseguir el producto, pero la más usada es por Internet y los correos privados.
¿Cuánto puede costar?
La burundanga, que contiene como principio activo la escopolamina, es un potente hipnótico que induce al trance a quien la consume. El costo de cada dosis oscila entre $ 10 y $ 12.
Se dice que las pastillas con el nombre de Rohypnol u otras se vende como pan en la tienda, ¿es cierto eso?
Sí, lamentablemente es cierto, tanto Rohypnol Roche 2mg y Zolpidem 5mg son vendidas por mayoristas farmacéuticos en Guayaquil y Quito. Creo conveniente el limitar mi respuesta ya que esta podría dar logística criminal a grupos que intentan otras variantes dentro del camino criminal.
¿Cuáles son los síntomas que se presentan cuando son consumidas estas sustancias?
Los síntomas son extremadamente rápidos, la acción de la droga surte efecto a los 60 segundos llegando a su pico a los 30 minutos (depende de la dosis). El tiempo de afectación puede ser superior a las 24 horas, los síntomas son enrojecimiento de los ojos y picazón, sequedad en la garganta, mareos y fiebre, la cual puede llegar a los 42,5 grados. Si la víctima se ha dado cuenta de estos síntomas es importante que se desmaye, simulando la muerte para que él o los agresores piensen que la dosis ha sido mortal y se alejen en vez de aprovecharse. Tienen que recordar que tienen solo un minuto de conciencia, luego de eso la voluntad de su cuerpo ya no es suya.
¿Qué otros tipos de somníferos utilizan los delincuentes para atrapar a sus víctimas?
Las drogas empleadas no son desconocidas para el público. Estamos hablando del éxtasis, GHB, las pastillas sintéticas consumidas en algunos ambientes de marcha nocturna juvenil y las benzodiacepinas (sedantes) como el Stilnox, Zolpidem, cannabinoides, barbitúricos e incluso antihistamínicos. Son inodoras e insípidas, así nadie puede decir que al mezclarlo con el café, por ejemplo, sabe raro.
¿Cuáles son los principales fines delictivos por los que los delincuentes adquieren las sustancias?
Esta práctica de adormecer a la víctima hasta robarle la voluntad y la conciencia no se ejerce solo para abusar sexualmente de ella.
Los fines delictivos pueden ser varios. En España, la Policía asocia estos casos a la prostitución. Un estudio en Canadá registró 1.594 casos de robos, incluso 246 abusos sexuales entre 2005 y 2011.
En el 15,4% de estos casos se utilizó la droga para conseguir la sumisión de las víctima. El uso de estas sustancias para los abusos sexuales sería como el crimen perfecto: la víctima no detecta la droga, apenas recuerda algo de lo ocurrido, no puede identificar a su agresor y sus fuerzas para resistirse fueron mermadas.
Se dice que en los mercados se vende la planta de la escopolamina con fines curativos, ¿es cierto eso?
Sí, es cierto. En medicina humana la escopolamina tiene tres usos fundamentales: uno es -en pequeñas cantidades- para prevenir y tratar el mareo, las náuseas, etc. Otro por su acción sedante sobre el sistema nervioso; se usa como antiparkinsoniano, antiespasmódico y como analgésico local. También sirve para provocar dilatación de la pupila en los exámenes de fondo de ojo. En general, su uso reduce la producción de las glándulas secretoras (saliva, bronquios y sudor).