Momentos de angustia vivieron ayer los habitantes del bloque 9 de la Coop. Bastión Popular, al noreste de Guayaquil, luego de que una de las casas del sector se desplomara y quedara atrapada una niña de 9 años.

Eran cerca de las 10:00 de ayer cuando se escucharon crujidos y, de pronto, la vivienda de caña guadua se cayó hacia un lado. En el lugar había alrededor de siete personas, entre niños y adultos, quienes desesperadamente salieron de la estructura.

De repente se percataron de que una de las niñas, de 9 años, no estaba. Había quedado atrapada bajo la casa   cuando jugaba con su perrito “Max”. “Salimos corriendo, nos asustamos mucho, esperábamos que a mi ñaña no le ocurriera nada. La vi bien, pero con raspones en el pecho y piernas. Al parecer, se lastimó un poco su cabeza”, indicó una de las hermanas de la infante.

Los gritos de la pequeña, así como los ladridos de su mascota, alertaban a los vecinos y ponían más nerviosos a los afectados que ansiosos esperaban la llegada de los miembros de rescate.

Sandra Álava, propietaria del inmueble, comentó que sus inquilinos reconocieron que habían puesto mucho peso de un lado de la casa y eso provocó que colapsara. “Les advertí que no estaba en excelentes condiciones, pero cedí a alquilárselas porque la señora interesada me dijo que estaba necesitada, que la ayudara”, manifestó  Álava, quien   durante 11 años vivió en la casa nunca le sucedió nada similar.

La pequeña fue rescatada y trasladada, en una ambulancia, hasta un centro de salud cercano. Su hermana adolescente expresó, moviendo las manos nerviosamente, que su cuñado (quien alquiló la casa) estaba cocinando cuando se sintió un movimiento extraño.

Dora Palacios, una vecina, mencionó que los gritos -literalmente- la hicieron brincar y agradeció a Dios porque nada malo le pasó a los tres niños que ahí vivían. Los afectados no quisieron hacer declaraciones a la prensa y aseguraron que no necesitan ayuda.