La región está comprometida en instruir y capacitar a su personal uniformado en el respeto y protección a la población
5 países priorizan DD.HH. en la fuerza policial
Los ecuatorianos fueron testigos, la semana pasada, del proceso que se sigue a 9 exmilitares y un expolicía por abusos extremos a los derechos humanos de varias personas. Tres de ellas los acusaron de desaparición forzosa, violencia sexual y tortura.
Pero no es el único caso, la Fiscalía se encarga de reactivar, con ayuda de la Comisión de la Verdad, casos como: Las Dolores, Lema, GAO, entre otros, en los que han estado involucrados agentes del orden.
Estos actos protagonizados por uniformados es lo que la institución policial quiere corregir a través de talleres de capacitación. La semana pasada Quito fue sede del IV Seminario Internacional de Derechos Humanos, donde autoridades de Policía de México, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador debatieron sobre la reestructuración de los nuevos protocolos en el uso de la fuerza.
El año pasado 29.450 policías ecuatorianos se capacitaron en derechos humanos, bajo la temática del uso de la fuerza, armas de fuego, abuso de poder, derechos de los niños y de las mujeres.
Esteban Valencia, jefe de Derechos Humanos de la Policía Nacional, dijo que a partir de 2010 los miembros de la institución reciben instrucción desde este enfoque.
En México la Comisión Nacional de Derechos Humanos es el órgano encargado de receptar y dar contestación a las quejas y recomendaciones de los ciudadanos.
María del Rosario Novoa, directora general adjunta de Derechos Humanos de la Policía Federal de México, explicó que el año pasado recibieron 1.000 quejas, de las cuales solo 43 se convirtieron en denuncias, aunque ese número no le satisface, pues desea reducirlo.
Por esa razón, los 37.000 miembros de la Policía Federal mexicana han recibido formación en derechos humanos, afirmó la funcionaria.
En Colombia, el Escuadrón Antidisturbios (Esmad), con 5.000 miembros, se instruye permanente con abogados especialistas.
El teniente Rafael Méndez, comandante de esta entidad, dijo que los uniformados reciben formación constante en derechos humanos, como en derecho internacional humanitario. Y en el caso de que existan denuncias por abusos policiales, las sanciones van desde multas, suspensiones y hasta destituciones.
En Sao Paulo, Brasil, cada unidad de policía tiene una sesión de Justicia y Disciplina. Y cuando se presenta una denuncia se abre la investigación, explicó Glauco Silva de Carvalho, director del departamento de Policía Comunitaria y Derechos Humanos de esa ciudad.
En los últimos 10 años unos 200 policías fueron expulsados de la institución debido a procesos internos por presuntos abusos, dijo.
Ahora, si se dan casos más graves, está la Corregeduría, que es un órgano gubernamental que indaga a los policías, integrado por 1.000 personas. Las medidas que se toman para frenar la violencia de uniformados en Brasil van desde la separación de la entidad por un período de 6 meses, y tratamiento psicológico, indicó.
En el Perú, la conmoción social que se vivió en la década del 80, época de la guerrilla, generó abusos de las fuerzas del orden, tanto de militares como de policías.
Lo corroborá el coronel Víctor Loayza, de la Policía Nacional del Perú. Por esa razón, desde el 2005, los 100.000 uniformados del vecino país reciben constante formación en derechos humanos.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) del Perú fue el órgano encargado de investigar las violaciones a derechos humanos por los órganos del Estado en el período 1980-2000, aunque la mayoría fue por militares. Hoy la región está tomando conciencia sobre el respeto de los derechos de las personas.