Santiago Ulrich Hidalgo y Tomás Soria Cepeda, propietario y técnico responsable de la producción del vino “Tentador”, respectivamente, fueron sentenciados la mañana del martes último por el Primer Tribunal  de Garantías Penales de Tungurahua, tras haber sido hallados culpables de al menos once muertes suscitadas en esa provincia.

Ulrich fue sentenciado a cinco meses de prisión en calidad de coautor del delito contra la salud pública, tipificado y sancionado en el artículo 428, inciso segundo, del Código Penal vigente. Mientras que Soria Cepeda fue condenado a un año de prisión correccional como autor del mismo delito. En la sentencia también se confirmó la inocencia de Álex Lescano Vaca, quien era proveedor.

La fiscal que investigó el caso, Elizabeth Córdova, durante la audiencia de juzgamiento presentó como elementos de prueba los exámenes toxicológicos realizados por el Instituto Nacional de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez, laboratorio responsable del análisis tanto de las muestras de metanol en los licores como de las de sangre de los pacientes sospechosos de intoxicación. Además, se receptaron los testimonios de 25 personas, entre ellas funcionarios de ese instituto, del Ministerio de Salud Pública y peritos acreditados por la Fiscalía.

En la fábrica clandestina que Ulrich se habría mezclado el licor con metanol, durante la elaboración de los vinos Tentador durazno, Tentador frutilla y Tentador manzana, los mismos que  ocasionaron la muerte de varios ciudadanos.

Ese caso está vinculado a una investigación que en julio de 2011 desarrolló la Fiscalía, luego  de que fallecieran en Tungurahua, Los Ríos, Guayas, Azuay y Bolívar más de medio centenar de personas por la ingesta de alcohol metílico, mientras que otros ciudadanos sufrieron daños irreversibles en su organismo.

Las gobernaciones, en coordinación con las intendencias y la Policía, realizaron operativos de control en los que se decomisaron cerca de 200 mil litros de licor adulterado.

En noviembre de 2012, el Segundo Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua dictó otra sentencia contra Aída Rosario Celiz Soria y Édison Lenín Morales, gerente y técnico, respectivamente, de la empresa Profrancis S.A., productora de los vinos “San Francisco”, como parte de la misma investigación que llevaba adelante la Fiscalía.