Carlos Góngora fue quinto en 2008 y obtuvo el primer diploma
Ecuador sella en Río su mejor papel en boxeo
Dos diplomas, por 2 quintos lugares, convierten a la de Río de Janeiro 2016 en la mejor presentación de Ecuador en Juegos Olímpicos en lo que a boxeo se refiere.
Carlos Mina, en la categoría semipesados (81 kilos) y Carlos Quipo en minimosca (de 46 a 49 kilos) avanzaron a cuartos de final y estuvieron a punto de darle presencia al país en la plataforma de premiación.
Al responder cuáles razones impidieron que Ecuador no sume en el medallero por el pugilismo, Álex Gonzáles, presidente de la Federación Ecuatoriana de Boxeo, no duda en afirmar que el entrenamiento de los exponentes fue afectado por el problema interno de tener 2 directorios en la institución.
Esto provocó la suspensión de la matriz nacional por parte de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) en marzo de 2015.
Los inconvenientes de orden político que se vivieron por los 2 directorios tornaron discontinuo el proceso de preparación en los 3 últimos años; esto se reflejó en la no participación de cultores ‘tricolores’ en varios torneos y campamentos internacionales.
Con la situación regularizada en noviembre de 2015, mediante la elección de Gonzáles como titular de la federación, el tiempo era corto para buscar la clasificación de ecuatorianos a las olimpiadas de Río. Un mes antes del inicio de la contienda, únicamente Carlos Mina había obtenido su boleto, lo hizo en marzo pasado, en el Campeonato Preolímpico de las Américas que se desarrolló en Buenos Aires.
En el certamen preolímpico de Vargas (Venezuela), que se realizó del 3 al 8 de julio, calificaron a las lides ‘cariocas’ Carlos Quipo, Marlo Delgado (75 kilos) y Julio Castillo (91 kilos). Ellos se constituyeron en los últimos deportistas ecuatorianos en lograr el visado olímpico, subiendo a 38 la delegación ‘tricolor’ para las justas.
“En virtud de las circunstancias, que nos imposibilitaron sumar otros combates, más que medallas, ofrecimos trabajar duro de frente a las competencias. No obstante, sabíamos que el boxeo tenía grandes posibilidades de dar alguna sorpresa”, indica Gonzáles.
No hubo preseas, pero los 2 diplomas olímpicos evidencian una cosecha positiva en torno a la relación cantidad-resultados. En los Juegos Olímpicos ‘Londres 2012’ Ecuador presentó 7 peleadores, de quienes 5 fueron eliminados en primera ronda y solo 2 pasaron a segunda: Carlos Góngora (81 kilos) y Carlos Quipo; a Río acudieron 4 ‘gladiadores’, quedando afuera en primera fase Julio Castillo y accediendo a segunda Carlos Mina, Carlos Quipo y Marlo Delgado.
A cuartos calificaron Carlos Quipo y Carlos Mina, poniéndose a una pelea de asegurar una de las 2 medallas de bronce que la organización entrega en boxeo a los semifinalistas de cada división. Lamentablemente, perdieron sus combates, Quipo contra el estadounidense Nico Hernández y Mina ante el francés Mathieu Bauderlique.
El puntaje de Quipo le aseguró ser 1 de los 4 púgiles minimosca ubicado en quinto lugar; en esta serie participaron 22 atletas. En cuanto a Mina fue 1 de los 4 semipesados situados en el quinto sitio. En el certamen hubo 26 cultores.
Marlo Delgado, en tanto, se consolidó como 1 de los 8 peleadores del peso medio que quedaron en el noveno casillero. En esta categoría terciaron 28 deportistas.
Sobre la calificación de los jueces que observaron el duelo Quipo-Hernández, la Federación Ecuatoriana pidió formalmente que no se les permita intervenir en enfrentamientos donde actúen ‘tricolores’. Al observar el video del choque, Gonzáles alega que el primer y tercer asalto deberían habérselos dado al napeño, quien perdió 3-0.
Con ese criterio coincide Segundo Mercado, quien participó en las olimpiadas ‘Seúl 1988’, en el peso medio. Tiene la impresión de que Quipo mereció la victoria. En torno a los otros peleadores, cuestionó el control desde la esquina, porque por momentos no se sabía si a los compatriotas los enviaron a presionar al rival o aguantarlo.
“No conozco a los entrenadores que están a cargo, pero las peleas, si es posible, hay que asegurarlas en el primer round. En el último combate que sostuvo Mina no mostró mucha técnica y su adversario lo superó con claridad”, señala. Sin embargo, el esmeraldeño confía en las condiciones de los 4 cultores, quienes, si se lo proponen y tienen el respaldo necesario, podrían llegar con mayores aspiraciones a las olimpiadas de 2020 en Tokio, Japón.
Manuel Díaz, aleccionador de Concentración Deportiva de Pichincha, considera aceptable la participación ecuatoriana en el país de la bossa nova y corrobora lo dicho por Mercado de que dentro de 4 años se debería cerrar el ciclo con podios.
Esa optimización de rendimiento, precisa, no solo debe enfocarse en los ensayos, sino en la aplicación de nuevas tecnologías, como el uso de pulsómetros, lactímetros y oxímetros. El pulsómetro, por ejemplo, permite que a varios metros de distancia el instructor observe el ritmo cardiaco del atleta y coordine las tareas aeróbicas y anaeróbicas.
Influencia cubana
Al hablar de adiestradores extranjeros en el boxeo local es innegable que hace 3 décadas existe la influencia cubana. Así lo reconoce Álex Gonzáles, quien pondera la elegancia y técnica isleñas.
Sin embargo, acota, en la última década se cultiva el estilo ecuatoriano, que toma ciertas cualidades del modo caribeño, pero busca ser más contundente. Esta forma combina el movimiento de piernas de la escuela cubana y le imprime mayor agresividad a los golpes de distancias media y corta, pretendiendo que el boxeador retroceda lo menos posible y mantenga la iniciativa.
“El estilo ecuatoriano no es de ahora, lo tuvieron peleadores como Rafael Anchundia, Daniel Guanín o los hermanos Monard, tal vez había que perfeccionarlos en el juego de piernas. Lo que queremos es que los golpes entren bien y con ello desestabilizar al rival, no solo deseamos marcar golpes. ¿Qué mejor manera de convencer a los jueces que menoscabar al oponente? Eso nos evitaría fallos dudosos o errados”, cita.
Una de las muestras de la formación de púgiles con ecuatorianos es Marlo Delgado, quien se forjó con su tío, Manuel Delgado, y posteriormente con Segundo Chango, profesor de Pichincha. Este último también acogió a Carlos Mina, que dio sus primeros pasos en Puerto Quito con Carlos Vásquez. “Yo bailo mucho, los cubanos también, la diferencia es que ellos son más contragolpeadores, yo voy a la carga. En fin, cada boxeador tiene sus particularidades”, deduce Marlo.
Quienes sí poseen la marca centroamericana son Carlos Quipo y Julio Castillo, quienes aprendieron buena parte de lo que saben en Tena (Napo) con el cubano Cirilo López.
Coincidencia o no, para las olimpiadas de Río, la selección nacional que viajó a Brasil resultó una ‘mixtura’, ya que a lo largo de este año, por encargo de la Federación Ecuatoriana, el equipo ha sido manejado por el cubano Pedro Pablo Salgado y el ecuatoriano Édgar Loor.
Respecto al nuevo ciclo olímpico, Jorge Mena, presidente de la Asociación de Boxeo de Pichincha, manifiesta que la mejor manera de fortalecer el pugilato ecuatoriano es contratando timoneles europeos que les quitaron a los cubanos la hegemonía del boxeo amateur.
Gonzáles solo anuncia que habrá un nuevo jefe en el colectivo técnico; adelanta que se evalúan varias carpetas, entre ellas de entrenadores europeos, asiáticos y ecuatorianos. Si se opta por un foráneo, estará obligado a incluir en su elenco preparadores nacionales. (I)