La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que permanece hospitalizada en China desde el pasado viernes 21 de febrero, tras ser diagnosticada con neuritis vestibular, una inflamación del nervio del equilibrio. A pesar del cuadro clínico, Rousseff afirmó encontrarse en buen estado de salud y espera recibir el alta médica en los próximos días.

A través de su cuenta oficial en la red social X, su oficina informó que la expresidenta "se encuentra bien y ha mantenido sus actividades laborales con normalidad durante su período de hospitalización". Según el comunicado, Rousseff continúa recibiendo tratamiento como paciente interna, de acuerdo con el protocolo establecido por el hospital.

Rousseff, quien actualmente se desempeña como presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, bloque conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, agradeció los mensajes de apoyo y solidaridad recibidos. La exmandataria fue ingresada en el Centro Médico Internacional del Este, ubicado en la ciudad china de Shanghái, donde se encuentra bajo observación médica.

De acuerdo con el diario brasileño Folha de São Paulo, Rousseff presentó síntomas como mareos, presión arterial alta y vómitos, lo que motivó su ingreso hospitalario. La neuritis vestibular, que afecta el nervio encargado del equilibrio, suele generar inestabilidad y desorientación en quienes la padecen, aunque, en la mayoría de los casos, su tratamiento permite una recuperación completa.

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