Ronaldo no piensa dar la espalda a su equipo
El Real Madrid regresa 7 años después a unos cuartos de final de la Liga de Campeones, en busca del prestigio perdido en la máxima competición de clubes de Europa. Cristiano Ronaldo se apuntó, pese a no estar totalmente recuperado, al duelo ante el elenco revelación del año: el Tottenham.
No estará al ciento por ciento, pero el Madrid lo necesita y él forzará por su equipo. Ronaldo quiere jugar y José Mourinho decidió arriesgar, sin que el portugués esté plenamente repuesto de la lesión muscular, que arrastra en el bíceps femoral izquierdo.
El “merengue” debe agarrarse a sus opciones en Champions y Copa del Rey en la búsqueda de títulos en la primera temporada de “Mou”. El batacazo del sábado ante el Sporting de Gijón en el Bernabéu prácticamente entierra las opciones ligueras que tenía el conjunto “blanco”.
No había peor momento para dar por finalizada la racha de Mourinho, de 9 años sin perder como local. Tras 150 partidos vio cómo Manolo Preciado se tomaba su venganza y aprovechaba las importantes bajas madridistas en ese encuentro.
“Mou” tiene pensado forzar a “CR7” y a Marcelo, quien jugaría infiltrado para no sentir dolor en el golpe que sufre en la zona costal. Lo positivo es que recupera a Xabi Alonso, quien no estuvo en Liga por sanción.
El que no llega es Karim Benzema. Su lesión muscular le impide estar en la cita y da continuidad a Emmanuel Adebayor como referencia ofensiva.
El delantero togolés tiene cogida la medida al Tottenham. En su etapa en el Arsenal consiguió el récord en los derbis londinenses al marcar 8 tantos en nueve partidos.
Como ocurrió para que el Real fulminase su “maldición de octavos” ante el Olympique de Lyon, el club ha hecho una campaña bajo el lema “llévanos a la victoria”, en la que pide una noche mágica europea a su afición. El lleno está garantizado.
Desde el 2003 el Madrid no accede a unas semifinales de Liga de Campeones. Quiere explotar el factor Bernabéu tras ganar los cuatro partidos acogidos en su estadio, marcar once goles y no encajar ninguno.
La nueva piedra en el camino hacia la ansiada “Décima Corona” es el conjunto revelación en Inglaterra, el Tottenham, que busca un resultado que lo acredite como uno de los más grandes del continente europeo.
Los “Spurs” llegan mermados por lesiones. Descartado el sudafricano Steven Pienaar al resentirse de una lesión en la ingle, el técnico Harry Redknapp, que acumula 5 derrotas frente a Mourinho de la etapa en que el portugués entrenaba al Chelsea, trata de recuperar a marchas forzadas a varios jugadores con dolencias.
William Gallas, Tom Huddlestone y Aaron Lennon, máximo asistente del torneo, son aún duda para el encuentro, mientras que el capitán, Ledley King, Younes Kaboul y Alan Hutton son bajas seguras.
Otro que lucha por estar presente es el recientemente llamado “talismán” del equipo, Gareth Bale, que se perdió la semana pasada el duelo de su selección, Gales vs Inglaterra y el sábado el cotejo de Liga ante el Wigan por una lesión de isquiotibiales.
Como ocurre con Cristiano, Bale no quiere perderse uno de los partidos más importantes de la temporada y jugará. Es el alma de su equipo y en esta edición de la Champions ha dejado exhibiciones como la del 20 de octubre cuando firmó un “hat-trick” en San Siro ante el Inter.
En solo una ocasión el Tottenham ha disputado un cuarto de final de Liga de Campeones. Su motivación para jugar la primera semifinal de su historia es máxima. Ha firmado esta temporada 11 goles a domicilio.
El plantel inglés afronta el segundo gran choque de su campaña con dos ex militantes del club “merengue”, Rafael Van der Vaart y Jonathan Woodgate, algo que quizá podría ayudar al DT a planificar el encuentro.
El factor que menos ayudará a los ingleses en su viaje será, según anticipó Redknapp, las consecuencias del reciente parón internacional. Éste preveía que el desgaste de jugadores y la escasez de entrenamientos con la plantilla al completo en la última semana pasarán factura al equipo, que lleva sin ganar desde el 15 de febrero (0-1 contra el Milán).