Con la presentación de un vídeo, el presidente de la República, Rafael Correa, desvirtuó ayer las declaraciones vertidas desde Miami por el ex editor de Opinión de diario El Universo, Emilio Palacio.

En entrevista concedida a la cadena CNN, Palacio insistió en que Correa reconoció que el vídeo es real. “Quiere sentar la polémica sobre la versión del policía y lo que dice él. El policía dice en su declaración que en el vídeo Correa estaría ordenando dispararles a los policías que estaban dentro del Regimiento Quito; el Presidente dice que él no dice eso, pero efectivamente el audio es muy malo y qué es lo que está diciendo: prefiero que me disparen a mí antes de traicionar a la Patria”.

El jefe de Estado demostró que él en ningún momento ordenó disparar a los policías y que la afirmación de Palacio no está sustentada, pues el columnista difundió a la opinión pública un vídeo incompleto. Correa indicó que se remitirá el vídeo completo a la cadena CNN para su respectivo análisis.

“Vamos a demostrar al país entero lo que pasó. Para mala suerte de estos charlatanes, hoy residentes en Miami, y de la mala fe de la prensa corrupta, encontramos el vídeo que manipularon y donde está extremadamente claro lo que pasó”, dijo.

El filme presentado en el enlace ciudadano aclara que antes de las 10:00 del 30 de septiembre, el comandante general de Policía, Freddy Martínez, habría informado al jefe de Estado sobre la sublevación policial en los siguientes términos: “Pero de pronto si llega usted le pueden lanzar gas”, a lo que el Mandatario respondió: “Dígales que me lancen gas y un tiro de pecho acá antes que traicionar a la Patria. Los que están haciendo eso son unos traidores a la Patria”.   

Es así que durante la presentación de la cinta se expuso que lo señalado por Palacio salió del celular del sargento segundo de policía, Néicer García, quien en su declaración ante la autoridad judicial afirmó que jamás entregó el filme a ningún periodista sino al subteniente de policía, Andrés Solano, quien es uno de los procesados en el caso del 30 de septiembre.