Una cumbre de pocas expectativas y que se centra en la crisis
Ayer el Rey Juan Carlos de España fue el encargado de inaugurar en Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana. En su intervención destacó el progreso que han experimentado en los últimos años los países del Nuevo Continente.
Subrayó que en el continente iberoamericano “se reducen los índices de pobreza y hay una mayor cohesión social”, pese a la persistencia de desigualdades.
El Rey aludió entonces a la crisis económica y financiera que se vive en Europa, antes de decir: “Nuestras miradas se vuelven hacia vosotros.
Necesitamos más Iberoamérica, debemos conocernos más y mejor, seguir explorando y poniendo en práctica nuevas formas de trabajo”.
En la ceremonia de inauguración se presentó una muestra de la cultura española, a través de su baile y tradiciones. La cita fue en el Gran Teatro Falla de Cádiz.