Integrantes de las asociaciones Cholo de Mar y Gente deMar de Ecuador llegaron el viernes pasado al auditorio José Mejía Lequerica, del Palacio Legislativo, para que se recojan sus propuestas en el nuevo Código de Trabajo.

La delegación fue recibida por la  Comisión de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social de la Asamblea, presidida por Betty Carrillo. La mesa legislativa redacta el nuevo marco jurídico.

Ellos solicitaron para los trabajadores del mar que laboran en la empresa privada que sean afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y que se terminen los contratos por embarque.

También quieren que se normen los períodos de embarque máximos y períodos de descanso mínimos en una relación de 2 a uno, sin perjuicio de vacaciones anuales. El objetivo es impedir períodos de embarque continuos por más de 4 meses o 16 semanas en los cuales trabajan permanentemente.

Por eso quieren que la jornada de trabajo a bordo sea según la legislación internacional, concretamente en base al Convenio de Trabajo Marítimo aprobado por laOrganización Internacional del Trabajo (OIT). Allí se plantea un máximo de 72 horas de labores en períodos de 7 días o máximo de 11 horas diarias en períodos de 24 horas, pero que el tiempo extra se pague de conformidad con la ley.

En el pliego de peticiones de los trabajadores del mar consta que puedan cobrar el mismo sueldo y salario cuando están en tierra; que se garanticen los costos generados por transporte, movilización, estadías e impuestos y que  el Centro de Estudio de Gente del Mar no sea administrado como una institución privada.

Otro punto es que en la conformación de las comisiones sectoriales que fijan las políticas laborales del sector y las alzas salariales existan representantes de los trabajadores del mar. Por último esperan que se considere la naturaleza del trabajo para la jubilación.

Félix Rivera, delegado de los marinos comerciales de Ecuador, explicó que Cholo de Mar representa a los pescadores artesanales, mientras que Gente de Mar a los marinos civiles. “Excepto en lo que se refiere a períodos de embarque, sus peticiones serían las mismas”, aclaró el dirigente gremial.

Jorge Chiriboga, representante de la Asociación Cholo de Mar, sostuvo que es fundamental garantizar una distribución equitativa de la riqueza del océano, argumentando que mientras a los pescadores se les paga entre 70 y 80 centavos la libra de pescado, en las ciudades se expende a un precio superior. “No hemos sido reconocidos en la Constitución ni en el Código del Trabajo”, expresó, al plantear que en el código se defina con claridad sus actividades.