22 de junio, 10:00. Los líderes de Pachakutik (PK), Movimiento Popular Democrático (MPD) y Participación -organizaciones aglutinadas en la Coordinadora Plurinacional de Izquierdas- inician una marcha en Latacunga para pedir la restitución de César Umaginga, ex prefecto de Cotopaxi, y hacer visible la unidad de las “izquierdas” de cara a las elecciones de 2013. 

Los abrazos entre Gustavo Larrea, Luis Villacís y Lourdes Tibán, potenciales candidatos presidenciales de la Coordinadora Plurinacional, van y vienen. Los aproximadamente tres mil simpatizantes emiten cánticos contra el Gobierno, entregan volantes y resisten, en medio del sol, la caminata hacia la Plazoleta San Agustín (centro de Latacunga).

De repente, dos banderas rojas del Partido Socialista Frente Amplio (PS-FA) se trasladan, casi imperceptibles, entre los “amplios” y numerosos estandartes del MPD, PK, Participación y otros grupos  opositores al Gobierno.

Cinco son las personas que llevan con “orgullo” los colores y logotipos del PS-FA impregnados en sus banderas. Ellos caminan liderados por Elsa Guerra, coordinadora de Pichincha de la Corriente Socialista Revolucionaria, fracción del PS-FA que con esa media docena de participantes dio un espaldarazo al pacto de las “izquierdas”.

Plazoleta San Agustín, una hora más tarde. Los líderes de la Conaie (Humberto Cholango), MPD (Villacís) y Participación (Larrea) suben a la tarima con otros dirigentes para iniciar el discurso político. También lo hacen los  miembros de la fracción del PS-FA, pero inexplicablemente son retirados del escenario y deben flamear sus banderas desde abajo.  

Guerra, sin perder el optimismo, sostiene: “Sí estamos vinculados a la Coordinadora Plurinacional porque creemos en la unidad de las izquierdas. Tenemos una crítica sustancial contra el Gobierno porque no ha cumplido con los acuerdos programáticos a los que se llegó en el 2006, cuando apoyamos el proyecto del presidente (Rafael) Correa”.    

Asambleístas del PS-FA piden la expulsión de los disidentes

Quito, semanas subsiguientes. Los legisladores socialistas repudiaron el interés de la  Corriente Socialista Revolucionaria de afianzar la alianza con la Coordinadora Plurinacional, apoyar su discurso y marchar a su lado con la imagen institucional: colores y logotipos del PS-FA.  

La asambleísta Silvia Salgado indicó que quienes no asumen los estatutos orgánicos o el lineamiento político del PS-FA no son parte del partido. “En los próximos días haremos pública  la expulsión de las cabezas visibles de esta fracción. No podemos entender cómo pueden estar acudiendo a reuniones con otras agrupaciones políticas”, criticó.

“Les asiste derecho a pertenecer a otro partido, pero no tienen el derecho a usurpar sus símbolos. Se trata de una fracción sin horizonte que, lastimosamente, ha mostrado interés por adherirse a los opositores de la Revolución  Ciudadana. Verán sus errores cuando los grupos a los que apoyan les den la espalda o los dejen a la cola en la toma de decisiones”, agregó Salgado.

Pedro de la Cruz, más enérgico, señala como líder del intento divisionista a Gustavo Vallejo, ex candidato a la presidencia del PS-FA. “Intentar separar a un partido cuando se pierde una lid electoral merece una sanción fuerte.

Los intereses  particulares no pueden formar una corriente y, al menos, yo le he dicho al partido que debe expulsar a los disidentes porque no podemos dividirnos a la interna”, acotó. 

Vallejo perdió contra Rafael Quintero la presidencia del PS-FA en el congreso del partido que se realizó en septiembre de 2009.

En su defensa Vallejo indicó que no toda la representatividad del PS-FA está concentrada en la Tendencia Socialista Unitaria, la cual es liderada por Quintero. Además acotó que están en contra del directivo máximo del partido por su apoyo “ciego” al presidente Correa.

“No hay la voluntad política para avanzar en la revolución agraria, la distribución equitativa del agua, la defensa de los derechos laborales -en cuanto a la compra de las renuncias obligatorias- y los casos de corrupción en varias secretarías de Estado”, agregó Vallejo. Esta semana, desde la sede del PS-FA, Quintero defendió el trabajo del partido y la alianza con PAIS. “Por ejemplo,

De la Cruz es uno de los asambleístas que mayor empeño ha puesto para tratar las leyes importantes para los colectivos.  Por otro lado, el Jefe de Estado ha realizado transformaciones estructurales que están siendo invisibilizadas por desestabilizadores que se alinean con la derecha o la izquierda extrema”, estimó.

Con esos antecedentes, la Juventud Socialista, órgano del PS-FA, pidió  enjuiciar a Vallejo. El tema está siendo tratado por un comité de disciplina de la agrupación. “No me importa si me expulsan, porque solo soy uno de los militantes históricos que no creemos en Quintero. Él no es el partido”, finalizó Vallejo.