A la cita en carondelet asistió la ministra del deporte, catalina ontaneda
Rafael Correa, miembro honorario de la Tricolor (Galería)
Alegres y emocionadas lucían las seleccionadas de Ecuador mientras admiraban la decoración, las grandes luces centrales y los cuadros que adornan el salón de banquetes del Palacio de Carondelet en Quito.
Distribuidas en mesas de 7 personas, las 23 futbolistas conversaban y comían los pequeños panes que se encontraban en el centro de las mismas. Esperaban que llegue el presidente de la República, Rafael Correa, quien las invitó a un almuerzo privado.
En el centro del largo salón presidencial se localizaba la mesa principal en la que permanecía la entrenadora de la Tricolor femenina, Vanessa Aráuz; la capitana del equipo, Ligia Moreira; la nueva ministra del Deporte, Catalina Ontaneda; la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, y el titular de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga. En dicha mesa se ubicaría el Primer Mandatario.
Vanessa lucía perdida por momentos, pues regresaba a ver a los otros invitados, al techo y a los cuadros de personajes históricos que daban vida a las paredes del lugar.
El ambiente estaba futbolizado. Del techo colgaban 4 filas de pequeños balones amarillos que se mezclaban con la gran lámpara central que alumbraba todo el salón.
Todos los presentes, entre los que se hallaban también funcionarios de Estado y el músico Cristian Jaramillo, hijo del recordado intérprete guayaquileño Julio Jaramillo; tenían frente a ellos una copa de agua y otra de un coctel tricolor (amarillo, azul y rojo), que el presidente Correa se aseguró en recalcar que no tenía alcohol, porque sus invitadas eran deportistas y ellas no deben consumir ese tipo de bebidas.
La música del tema ‘Patria’ se entonó a través de los altoparlantes del recinto, y en ese momento todos se pusieron de pie y esperaron el ingreso del Primer Mandatario. Movió su brazo derecho para saludar al copado salón; las seleccionadas Iliana Bowen y Alexandra Salvador lucían sorprendidas, pues ellas fueron las primeras a las que se acercó Rafael Correa.
Era el momento de los discursos y homenajes. El Presidente tomó el micrófono y felicitó a las futbolistas y al cuerpo técnico de la ‘Tri’ femenina por su clasificación al Mundial de Canadá que será en julio.
Citó al poeta y escritor británico Rudyard Kipling, quien señalaba que el triunfo y la derrota pueden ser simples accidentes, lo importante es dejarlo todo y, para él, las seleccionadas se esforzaron al máximo dentro de la cancha para dejar el nombre del país en alto.
Vanessa Aráuz y Ligia Moreira no llegaron con las manos vacías. Tenían camisetas amarillas de la selección personalizadas, que entregaron a las autoridades presentes.
El primero en recibir el obsequio fue el Primer Mandatario. En el dorso de su nueva prenda se leía ‘Rafael’.
Tras agradecer el regalo, el Presidente estaba a punto de tomar asiento nuevamente, cuando tuvo que regresar al centro del salón de banquetes donde estaban Aráuz y Moreira, pues ellas también tenían una camiseta personalizada para su hija mayor, Sofía.
Ocurrió lo mismo cuando recibió la segunda prenda, pues tuvo que volverse otra vez para recibir el uniforme tricolor con el nombre de Dominique, su hija más pequeña.
En el salón hubo un resonante aplauso y los flashes de las cámaras fotográficas que llegaron a cubrir el acto no pararon de ‘disparar’. Ese mismo presente recibieron la Ministra del Deporte y la Presidenta de la Asamblea Nacional.
Con todas las formalidades hechas, era la hora del almuerzo. Los meseros empezaron a atender a los invitados y colocaron un plato de langostinos que fue la entrada del banquete, completado luego con un platillo de pollo.
Mientras que en el costado oriental yacía, prominente junto al salón, una capilla en la que todos los lunes, antes del cambio de guardia, los Granaderos de Tarqui reciben misa con el párroco del lugar.
El almuerzo no fue la única actividad de la que disfrutaron las jugadoras de la ‘Tri’ femenina, pues en la mañana recorrieron la Casa de Gobierno y fueron partícipes del cambio de guardia en el balcón del Palacio de Carondelet.
Ligia Moreira fue una de las más entusiasmadas. Vestida con el calentador de la selección y un sombrero de paja toquilla, saludó a la gente que a diario converge en la Plaza de la Independencia.
DATOS
El presidente Rafael Correa confirmó su asistencia a la ceremonia de posesión del mandatario electo de Uruguay, Tabaré Vázquez, quien asumirá el cargo para los próximos 5 años en reemplazo de José ‘Pepe’ Mujica, y celebró la continuidad de la izquierda en el poder.
“El domingo estaremos en cambio de mando en Uruguay. Sale nuestro entrañable Pepe Mujica y regresa otro queridísimo amigo, Tabaré Vázquez. Lo importante es que el Frente Amplio (izquierda) continúa”, escribió Correa en su cuenta en Twitter.
El de Vázquez será el tercer gobierno sucesivo de izquierda en Uruguay. El mismo Vázquez abrió la senda del Frente Amplio en el poder cuando gobernó entre 2005 y 2010. Luego pasó la posta a Mujica, quien termina su gobierno el domingo.