El policía Jaime Paucar se entregó ayer voluntariamente a la Policía Judicial (PJ) para cumplir su sentencia de dos años de prisión dictada en su contra por haber  intentado quitar la máscara antigás que portaba el presidente de la República, Rafael Correa, en el Regimiento Quito 1, el 30 de septiembre de 2010.

Paucar arribó a las instalaciones de la PJ en la capital de la República acompañado de su esposa, hijo y madre. Antes de ingresar a las dependencias, el gendarmen reiteró sus disculpas al Presidente de la República y al país por la acción cometida en aquella jornada y volvió a pedirle al Jefe de Estado que le conceda el indulto.

El pasado martes, durante un conversatorio en Guayaquil, el Primer Mandatario no descartó que pueda conceder el perdón a los uniformados que participaron en el 30-S, siempre y cuando los policías insurrectos pidan disculpas al país.

Sobre este punto, el secretario jurídico de la Presidencia de la República, Alexis Mera, dijo que aún no existe una posición oficial respecto al pedido de indulto que realizaron dos policías sentenciados por agredir al presidente Rafael Correa.

Mera explicó que el trámite de indulto no necesariamente pasa por la Presidencia de la República. “No tengo una información oficial, no puedo dar una respuesta”, dijo, y agregó que, en caso de aceptarse, se hará el pedido a la Asamblea Nacional, que deberá aprobar con las tres cuartas partes de 124 asambleístas.