Consciente de que ella sola no cambiará la realidad de un país, cree que Chile al fin despertó: “Nuestra generación no tiene temor. Y por eso, a diferencia de nuestros padres, no nos cuesta denunciar que en Chile hay abuso, represión, que los empresarios están robando y que los políticos muchas veces son unos sinvergüenzas”, afirma Camila Vallejo, líder del movimiento estudiantil de 23 años que ya ha sido comparada con el Che Guevara.

La universitaria se asume como la heredera de una sociedad “traumatizada”  por la dictadura militar de Augusto Pinochet, ya que ha acumulado frustración y descontento, pues con la llegada de la democracia empezó a reinar el individualismo y la idea de que es mejor no meterse en política, porque no siempre las cosas terminan bien.

En una entrevista concedida a El País, de España, Vallejo cuestiona las contradicciones latentes en su país: “si bien somos el país más neoliberal del mundo, en Chile existe mucho conservadurismo en los valores, tanto en la derecha como en el centro y en la izquierda política”.

Y cree que aún les falta avanzar en el reconocimiento de derechos como de las minorías sexuales, la despenalización del aborto en determinadas circunstancias, respetar la autodeterminación de la mujer y legalizar la marihuana, como una estrategia para controlar el narcotráfico. “Hoy en día, las que tienen plata lo hacen (abortan) y, finalmente, es una libertad que está condicionada a tu capacidad de pago”.

Como militante del Partido Comunista y vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), ha seguido de cerca los procesos políticos de América Latina y la crisis económica que afecta a gran parte de Europa.

Y al pedirle una opinión sobre el viejo continente ella es categórica: “Pienso que el desarrollo de los países del norte se produce gracias al subdesarrollo de los países del sur. Europa, por una parte, y Latinoamérica, Asia y África, por otra. Siempre tiene que haber sitios saqueados para que otros disfruten del placer de los excesos. Los europeos fueron parte del proceso de colonización que arrasó con nuestros pueblos originarios. Lo aplastaron, masacraron, esclavizaron...”.

Tanto  en la práctica como en el discurso, Vallejo comulga con las tesis de izquierda que surgen desde América Latina y reconoce que todas tienen sus particularidades, de acuerdo al desarrollo histórico y la realidad política de cada nación, pero confiesa que le gusta mucho lo que hacen Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y José Mujica en Uruguay.

En siete meses, la líder estudiantil se ha posicionado como la figura política que podría promover un cambio para Chile. Hace unas semanas un jubilado de Valparaíso se tatuó su rostro en el brazo y un cantante alemán le compuso una canción que subió a YouTube, lo que demuestra que sus discursos han calado hondo en un sector importante de la población, incluso trascendiendo fronteras, pues estuvo invitada a la celebración de los cinco años de la Revolución Ciudadana, en Cuenca, y en los próximos días participará de dos eventos en Alemania e Italia.

En su país ya se habla de que será  candidata a diputada, una responsabilidad que no la asusta, pero, anota,   ello no resolvería nada: “El verdadero desafío es que debe haber gente dispuesta a cambiar la correlación de fuerzas... Si no nos gusta cómo funcionan las cosas, tenemos que hacernos cargo”.