Lugo confirma en Quito su candidatura al parlamento
El presidente Rafael Correa recibió ayer en su despacho protocolar a Fernando Lugo, seis meses después de su destitución como gobernante de Paraguay. En la reunión ambos trataron temas de índole latinoamericana y de coyuntura política ecuatoriana.
Mediante un breve diálogo, los dos líderes latinoamericanos analizaron la situación regional y abordaron rápidamente la coyuntura electoral. El gobernante ecuatoriano informó que desde el 4 de enero de 2013 iniciará la campaña, con la participación de ocho candidatos presidenciales en el país.
La Presidencia informó en su cuenta de Twitter sobre el recibimiento y publicó una fotografía en la que se aprecia a Correa, Lugo y el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño. La cita se efectuó en el Palacio de Carondelet, en Quito.
En su portal de Internet, la Presidencia había indicado previamente que “el Frente Guasú (coalición de partidos y organizaciones de izquierda paraguaya) se reunirá hoy (ayer)” con Correa “con la finalidad de analizar la situación regional y la incidencia del ilegítimo proceso que emprendió el Congreso de Paraguay para destituir a Lugo”.
La información de que Lugo encabezará la lista de candidatos a senadores por el frente Guasú la confirmó el mismo gobernante destituido. “Tenemos elecciones en abril y sesenta días antes comienza la campaña, hay una coalición de partidos de izquierda con una candidatura definida de Aníbal Carrillo y su dupla, que será un campesino de Paraguay por primera vez en la historia, Luis Aguayo; la lista de senadores, la hemos elaborado por consenso y me han pedido que encabece esa lista”.
El pasado 22 de junio, el Senado paraguayo decidió con 39 votos a favor y cuatro en contra destituir en un juicio político a Lugo, electo democráticamente con más del 40% de los sufragios.
El proceso de destitución fue calificado de “ruptura del orden democrático” por la mayoría de Estados latinoamericanos y llevó a que Paraguay fuera suspendido como socio del Mercosur y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
En aquel momento, el Gobierno de Ecuador deploró lo que consideró un golpe de Estado parlamentario en Paraguay. Quito estimó que se violó el derecho a la legítima defensa y al debido proceso.
“Independientemente de la decisión de Fernando (Lugo), independientemente de la decisión de Unasur, la decisión del Gobierno ecuatoriano es no reconocer ningún presidente paraguayo que no sea el presidente legítimamente electo, Fernando Lugo Méndez”, señaló entonces Correa a la prensa.
Añadió que “la democracia no solo se fundamenta en formalismos legales, sino también en legitimidad, y lo que ha ocurrido (en Paraguay) es absolutamente ilegítimo”.
Por su parte, Patiño dijo que es “una ofensa y vergüenza para la democracia suramericana la destitución del mandatario paraguayo”.