Una comisión tripartita compuesta por los integrantes de la Corporación Nacional de Agricultores y Usuarios del Agua (Conagua), el Ministerio de Agricultura (Magap) y el Banco Nacional de Fomento (BNF) acordó reestructurar las deudas de los campesinos para evitar los remates de las tierras. Las reuniones iniciarán el jueves. Los representantes de 14 cantones están involucrados en la comisión.

Son cerca de $ 200 millones lo que deben 465 mil agricultores al BNF, según lo determinó una comisión creada el año pasado para analizar cuál es la situación real de las deudas. Jorge Gamboa, presidente de Conagua, contó que el pasado martes llegaron a un acuerdo para empezar a implementar el Programa de Reactivación Agrícola (PRA).

Los dirigentes de Conagua manifestaron que ya entregaron los nombres de las 23 personas que estarán en representación de los campesinos.

Gamboa detalló que en la actualidad existen 106 mil juicios que están en proceso de remate. Hasta el momento no existen embargos, puesto que la entidad los ha podido frenar.

El PRA consiste en una reestructuración de las deudas y un crédito adicional para la nueva siembra. Gamboa explicó que el acuerdo contempla que los agricultores puedan pagar primero el capital y al final los intereses. La reestructuración es a 10 años plazos.

La situación en el campo es difícil, detalló Jacinto Anchundia, quien siembra maíz en El Empalme y estuvo a punto de perder las 10 hectáreas que le dejó su padre como herencia.

El maicero asegura que su inconveniente con el banco empezó hace 10 años, cuando su padre solicitó un préstamo de $ 3 mil para sembrar y luego otro por el mismo monto. El agricultor enfermó lo que provocó que descuidara los sembríos.

Luego de unos años falleció y ahora su hijo no solo se quedó con las deudas del préstamo sino de los gastos que ocasionó la enfermedad. Como Anchundia hay miles de casos similares, que tienen puestas sus esperanzas en la promesa de una reestructuración de la deuda.

El agricultor estuvo a punto de perder sus tierras por un remate que pudo detener dando $ 4 mil más otros $ 1.200 que desembolsó previamente. Luego le obligaron a firmar un compromiso de pago de $400 mensuales que no ha podido cumplir. El campesino explica que los créditos agrícolas se pagan anualmente porque mensualmente no se recoge dinero.

Actualmente su deuda asciende a $ 6.000 y no sabe cómo cubrirla si es que no le facilitan el dinero para sembrar.

Los agricultores están preocupados puesto que temen que el fenómeno de El Niño no permita que sus sembríos puedan producir lo necesario para cubrir las obligaciones. “El sector agrario está en crisis porque ya es tarde para empezar otra siembra, pero esperamos llegar a un acuerdo para que los campesinos no se perjudiquen”, expresó.

Según estudios climatológicos el país sufrirá, en los próximos meses, el fenómeno de El Niño. El Gobierno trabaja desde ya en los planes de prevención.