Extensas zonas rurales de Guayas sufren las consecuencias del invierno. En los recintos de Salitre cientos de casas y cultivos de arroz están anegados, lo que causa pérdidas económicas a los agricultores.

“Estamos viviendo un momento difícil... porque hoy no hay cómo ganarse un centavo para el sustento de la familia”, lamentó Francisco Molina, productor arrocero del recinto Banco Jaboncillo de Adentro, de Salitre. Perdió sus hectáreas de arroz y además pertenece a una de 50 familias afectadas por el invierno en este sector.

Según él,  las hectáreas de arroz que se han perdido llegan a alrededor de 200. “Por esa situación no tenemos trabajo para mantener a nuestras familias”, subrayó Molina, quien tiene 55 años y mantiene a cuatro hijos y su esposa.

El productor contó que para llegar o salir de sus casas, el único transporte que utilizan hoy es la canoa, donde pueden viajar hasta cuatro personas y con el riesgo de que se hunda en cualquier momento.

Para ir a la cabecera cantonal en busca de víveres deben tomar otra canoa para cruzar el río Vinces, que ayer amenazaba con desbordarse nuevamente.

El viaje cuesta 15 centavos de dólar, por persona. Mientras que el bus que los lleva hasta Salitre les cobra 50 centavos.

“Sin trabajo y sin dinero, imagínese cómo podemos subsistir”, se quejó el arrocero Ángel Chávez.
A esto se suman otros problemas, agregó Ismael Arreaga: como falta de acceso a servicios sanitarios.

Él afirmó que una brigada de salud de Gobierno o del Municipio debería acudir a los sectores afectados por el invierno para “revisar a los chicos y a las mujeres”, ya que conoce que muchas personas  han enfermado. Por eso teme que la situación se complique en el futuro.

Otro problema que enfrentan son las serpientes, que por la crecida de las aguas  han aparecido en sus hogares. “Precisamente hace unos días maté una culebra y grande”, contó el agricultor.

“Estamos todos a pique y esto ya está así desde hace unos 20 días, y el agua sigue creciendo”, advirtió con un tono  preocupado Arreaga.

Este arrocero de 66 años, que perdió dos hectáreas de cultivos, narró que para subsistir debe cazar gallaretas y pescar. Así alimenta a su familia,  compuesta de ocho personas.

Ante esta situación, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) acudió a más de cinco sectores afectados de Salitre para entregar 912 kits de alimentos y productos de higiene.

Felipe Bazán, subsecretario de Respuesta de la SNGR, explicó que estas ayudas, que tienen un peso de 32 kilos, contienen arroz, azúcar, aceite, lenteja, fréjol, avena, chocolates, entre otros productos.

Adicionalmente se entregó cinco paquetes de galletas fortificadas por familia, las cuales fueron donadas por el Programa Mundial de Alimentos, un organismo adscrito a las Naciones Unidas. El funcionario agregó que cada kit sirve para alimentar durante 15 días a una familia de cinco integrantes.

El cronograma que ha establecido la Secretaría de Riesgos tiene previsto entregar otros kits en los sectores inundados de Vernaza.

“Hay una declaratoria de alerta amarilla, que enrola a 13 provincias, esto significa que tenemos que tener activados por planes, los Comités de Operaciones de Emergencia (COE), las mesas de trabajo reunidas, así como los albergues listos y preparados para la población afectada”, manifestó Bazán.

Amanda Aguirre es una de las cabezas de familia que recibió la ayuda de la Secretaría de Riesgos. Ella tiene  su casa inundada y el agua le llega  hasta la cintura. Sus dificultades aumentan porque debe  velar por seis hijos menores de edad. El mayor, de  15 años,  está enfermo; su esposo  es discapacitado y no tiene trabajo.

“Esta ayuda que me dio la Secretaría de Riesgos es importante, porque así podré alimentar a mi familia”, destacó la ama de casa.

Agricultores

La situación que vive Salitre ha golpeado a los agricultores de arroz, más que en años anteriores. Uno de ellos es Henry Dumes, quien la madrugada de ayer sufrió la inundación de  su piladora. Perdió  2.000 sacos de la gramínea.

Dumes, quien habita en el recinto Sauces de Salitre, contabilizó su perjuicio en 160.000 dólares. “Este arroz ya no sirve, es una pérdida total para mí. Ahora tendré que notificar esto a las entidades a las que debo dinero, ojalá y me crean”, enfatizó.

El alcalde de Salitre, Francisco León, recorrió ayer varios sectores del cantón para constatar los daños ocasionados por las lluvias. En ese contexto, dijo que espera la ayuda del Gobierno para las familias afectadas.

“Muchas carreteras están dañadas, así como cientos de cultivos, por lo que prácticamente la gente no tiene cómo trabajar. Ante esto, esperamos que el Gobierno declare la emergencia general en la Costa ecuatoriana”, apuntó León.

Una opinión que comparte el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, quien dijo que la situación en su provincia, una de las más afectadas por el invierno, sobrepasa la respuesta que pueden dar los gobiernos autónomos.
Para agilitar este trámite, el prefecto Jairala acudirá hoy a las oficinas de la SNGR para presentar su solicitud.

Ver Galería