La “diversidad mediática” estaba solo en 8 familias
Los nexos familiares y empresariales entre los dueños de los medios de comunicación privados revelan la orientación que toma el oficio en el Ecuador y, por ello, en palabras del experto Rommel Jurado se orientan hacia una libertad de empresa, en lugar de la libertad de expresión.
Entre 2008 y 2009, la Comisión para la Auditoría de Frecuencias de Radio y Televisión realizó un informe que visibilizó que ocho familias manejaban los medios de información, a más de los vínculos que mantenían con otras empresas que no están relacionadas con el mercado comunicacional.
Mauro Andino, presidente de la Comisión de Comunicación, advierte que este “monopolio mediático” no permitió que en Ecuador se diera paso a los medios comunitarios, que actualmente no tienen frecuencias de televisión y solo un 0.2% de las frecuencias de radio.
En el informe de la Comisión se detalla que el Grupo Vivanco, propietario de diario La Hora con 14 ediciones regionales, también manejaría Radio Planeta, Revista Judicial, Satnet (Servicios Agregados y Telecomunicaciones) y Editorial Gran Tauro, que edita la revista Vanguardia en sociedad con el Grupo Martínez, propietario de los diarios Extra y Expreso.
Además, este grupo empresarial tendría vínculos con el estudio jurídico Vivanco & Vivanco, Casa Vivanco y TVCable.
Por otro lado, la familia Eljuri admistraría Telerama y sus 12 frecuencias, además de negocios automotrices y de perfumería.
De otro lado, el Grupo Pérez figura como propietario de los periódicos El Universo y Súper, y Radio City. Además es socio del Grupo Alvarado Roca en el sistema de televisión pagada Univisa.
Pero los negocios de este grupo van más allá, pues ellos tendrían la Compañía Naviera de Turismo Galápagos, Canodros, Unipartes y también mantendrían acciones en el Banco de Guayaquil.
Según el mencionado informe, el Grupo Pérez tendría acciones en otros negocios como Uniprensa, Unidiario, Agrícola Guayaquil, Uniediciones e Industrializadora de Alimentos Santa Inés.
Otro grupo empresarial que sobresale es el Alvarado Roca, que tiene a su cargo el canal Ecuavisa, las revistas Vistazo, Generación 21, Hogar, Estadio, un canal en UHF con señal abierta en Estados Unidos y España; empresas como Artesgráficas y tiene participación accionaria en las inmobiliaria Alcor y Roalpa, Cendetel y Agroespíritu.
En cambio, el Grupo Mantilla es propietario de El Comercio, Últimas Noticias, Radio Quito, Radio Platinum, Ecuadoradio y la Empresa de Teatros y Cines de Quito, en asociación con el Grupo Mantilla-Anderson, de diario Hoy. Tiene también acciones en Megadatos, Access proveedora de Internet, negocios empresariales en Cofiec y sería socio con el grupo Egas Grijalva en Metropolitana de Seguros y Consorcios del Pichincha, además de nexos con empresas automotrices. El Grupo Mantilla-Anderson, en cambio, tiene a su cargo diario Hoy, radio Hoy, TVHoy, varias revistas y la Empresa de Teatros y Cines de Quito.
Mientras que el Grupo Egas tuvo a cargo la cadena de televisión Teleamazonas, Revista Mundo Diners, Agencia Delta Publicidad, las revistas Gestión, Soho, Fucsia, Cosas; además de Banco Pichincha, Banco de Loja, Rumiñahui, Diners Club; las empresas Multicines, la productora Publi Promueve y sería socio del Grupo Mantilla-Anderson de diario Hoy. Adicionalmente, posee acciones en Autodelta, Centro Comercial El Condado y otros negocios como Megamaxi.
Pese a estos vínculos, los propietarios de los medios afirman que estas relaciones no afectan al periodismo. Pero, los periodistas difieren en ello.
Lorena N. trabajó seis años en un medio impreso. Cuenta que en una ocasión más de 100 taxistas protagonizaron un plantón ante una empresa concesionaria porque les entregaron vehículos en mal estado. Ella escribió una nota sobre la protesta, pero el editor general del diario le llamó y le dijo: “parece que no sabes para quién trabajas”. La nota jamás se publicó.
Carlos V. comparte el criterio y cuenta que en un canal nunca le dejaron publicar un reportaje sobre el excesivo recargo de intereses en las tarjetas de crédito. Este año, diario El Comercio omitió el nombre de la inmobiliaria Grupo 10 estrellas, que fue vinculada en un juicio por estafa, y optaron por mencionar “una inmobiliaria” en el inicio del proceso -ahora ya la nombran-, al parecer porque era una de las empresas que más anuncios pautaba en ese medio: 115 en un solo día.
A esto se suman casos como el que publicó El Telégrafo, el 23 de noviembre del 2011, sobre el negocio de las empresas telefónicas Otecel y Conecel, que habría perjudicado al Estado en 4.000 millones de dólares. En 1996, El Comercio, El Universo, Ecuavisa y Metro Guayaquil fueron accionistas de Otecel. Mientras que Conecel tenía nexos con las empresas del banquero Fidel Egas.