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Ecuador, 27 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

“La crisis europea es por la ausencia de soberanía popular”

¿Quién es? Nombre completo: Jean-Luc Mélenchon. Profesión: Político francés. Trayectoria: Copresidente del Partido de Izquierda y excandidato a la presidencia francesa. Fue ministro de la Educación Técnica del gobierno de Lionel Jospin de 2000 a 2002. Foto: Marco Salgado | El Telégrafo

¿Por qué Europa está regresando a ver las experiencias políticas que vive América Latina actualmente?
En América Latina está sucediendo algo nuevo, mientras que en Europa estamos retrocediendo. Algunos nos sentimos interesados con lo que ocurría en América del Sur en los setenta y ochenta, porque se daba algo que ahora nos sucede a nosotros. Su región fue la primera en entrar en un período terrible de ajustes económicos. Es decir, vivieron la violencia del neoliberalismo contra todas sus sociedades y fallecieron todos los sistemas democráticos que existían. Ahora salieron de ese momento países como Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, por mencionar los casos que más me han interesado.

¿Y cómo se reflejan las secuelas del neoliberalismo en Europa?
Nos encontramos en una profunda fase de saqueo neoliberal. Muchos no se dan cuenta de lo que está ocurriendo en Europa. No se podían imaginar el nivel violencia que vivimos hasta que se supo que habían cerrado la televisión pública griega. Por ello,  todo lo que ha ocurrido aquí, y lo que están haciendo, nos sirve de ejemplo. Por eso pienso que la salida de la crisis en Europa debería ser en la forma de la Revolución Ciudadana.

¿Cómo entiende la Revolución Ciudadana?
Implica un nuevo pueblo en forma ciudadana. Es decir, con reflexión, con votos, con decisión democrática, con cambios institucionales manejados seriamente y con racionalidad, como fue con la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Estos actos no se ven como revolucionarios en el imaginario de los europeos, porque piensan que la revolución es un hecho violento que se produce en una noche y que, además, en América del Sur debe ser folclórica. Muchos de ellos no saben que aquí hay una sociedad organizada, civilizada, educada, con clase media, con gente asalariada, con obreros, con personas que tienen un alto nivel de conocimiento.

Entonces, ¿aún persiste con fuerza esa mirada colonial de Europa hacia América del Sur?
En Europa domina una vista totalmente desfasada y neocolonial en las élites sobre América Latina. Lo que me interesa es que todo lo que ocurre aquí puede resultar nuestro boleto de  salida de la crisis que estamos viviendo. Y esto es algo nuevo, que un hombre de Europa venga a aprender y no a enseñar en su región. Pero no digo que todo aquí sea perfecto. Veo lo que funcionó en cada país, como los métodos de trabajo político de los líderes con su pueblo, y eso me sirve de inspiración.

¿Cuál es el problema fundamental que no permite a Europa salir de la crisis?
La  crisis que vivimos es de carácter democrático del Estado y de ausencia de soberanía popular. Ustedes han recuperado su soberanía nacional y ciudadana, y ese fue el hecho central del proceso revolucionario. Sin embargo, en Europa, muchas veces se piensa que la democracia es un hecho antiguo y, por lo tanto, vigente. Eso no es así, actualmente vivimos un momento terrible en la democracia. Por primera vez se  constitucionalizó un modelo económico neoliberal en Europa, en el cual se hicieron tres tratados, el último nos impone que el presupuesto del Estado debe ser examinado por la Comisión Europea, que es una institución que nadie ha elegido. Esta es una forma de gobierno desconocida en todo el mundo. El Secretario de la Confederación Europea de los Sindicatos señaló que ese modelo nos convierte en colonias de la Comisión Europea. Entre las normas de esta institución están, por ejemplo, que el déficit del presupuesto debe ser del 3% de la riqueza del año, si es más, se impone una multa.

¿En Europa el capital ha superado al ser humano?
Sí. Por ejemplo, en Chipre los bancos quebraron y la Comisión Europea hizo una propuesta de regulación,  reorganización y ajuste, imponiendo a todos pagar una tasa de depósito. Este plan, como en todos los países del mundo, se lo presentó a la Asamblea Nacional de Chipre, pero la Comisión se indignó porque decía que no hay que votarlo, sino aplicarlo directamente. Y lo que hicieron fue un golpe de Estado financiero. Es decir, el Banco Central, sin que nadie lo pidiera, cortó los circuitos financieros de Chipre  y no se podía comprar ni un pedazo de pan ahí. Nunca antes se había visto este nivel de violencia.

¿Cómo entiende Francia a los movimientos de izquierda?
Hay una crisis mundial de la izquierda y de su pensamiento. Todo esto se vivió en América del Sur antes que en Europa. Hoy en día la socialdemocracia está pasando un momento de fracaso, como pasó en  Perú con Alan García, en Venezuela con Rafael Caldera o en Argentina con Fernando de la Rúa. Conocemos el pensamiento de la derecha y sabemos que su programa político está sustentado en el neoliberalismo, y la socialdemocracia fue incapaz de organizarse frente a la mutación del capital y su transnacionalización. El capital antes sí negociaba. Por ejemplo, en toda Europa del norte, el capital y los sindicatos obreros negociaban acuerdos, ahora ya no, ahora se impone. Muchos creen que el capitalismo puede producir algo bueno para la gente, como mayor empleo o seguridad, pero no es así, pues ahora hay más desempleo y pobreza.

¿Quiénes serían los responsables, a nivel de gobierno, de esta crisis en Europa?
La economía de toda Europa está en recesión, siendo los ciudadanos los más afectados. La responsable de esta política es la derecha alemana, porque es ella la que maneja a toda la comunidad. Esa derecha que está a la cabeza de todo el continente elaboró un modelo en el que se identifican todas las clases poderosas de  Europa. Pero la culpa también es de los socialdemócratas porque dejaron que esto suceda. Sin que nadie lo impidiera, se implementó una política de oferta y no de demanda. En Francia le dieron 20 billones de oro a las empresas y ese dinero lo sacaron de los bolsillos del pueblo.

¿Cómo es la relación de Europa con Estados Unidos?
Actualmente se está organizando un espacio económico y jurídico único entre la Unión Europea y los Estados Unidos, que es mal conocido por ustedes por su violencia. Por eso, cuando haya conflictos, no van a ser los tribunales de cada uno de los países europeos los que van a decidir cómo solucionarlos, sino  los tribunales de arbitrajes comerciales privados. Estados Unidos siente que puede hacerlo todo, y tiene razón. Una vez lo sorprendimos espiándonos las cuentas bancarias. ¡Fue un escándalo enorme! Pero al final, Europa autorizó a Estados Unidos ese espionaje, y lo legalizó. Se conoce como el Caso Swift.

Finalmente, ¿cómo entienden en Europa el Buen Vivir, un concepto que en América Latina tiene raíces ancestrales?
Hacer revoluciones sin cambiar la manera de consumir no altera en mucho las cosas. Los gobiernos en América del Sur mejoran el nivel de vida de la gente educándola, sacándola de la pobreza,constituyendo nuevas clases medias, pero ellos no deben crear un nuevo modelo de demanda de consumo sin fin. La revolución cultural que debemos hacer no tiene que realizarse a escondidas de la gente, porque hay que profundizar los procesos democráticos. No vamos a hacer las cosas sin decirle al pueblo, por sorpresa o con violencia, y esa es la línea política del Buen Vivir. Este modelo, para nosotros, constituye una forma de emancipación de la persona.

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