“Hay que mejorar lo que funciona”
De acuerdo a la planificación de la Comisión Legislativa de Justicia y Estructura del Estado, en esta semana presentará el informe para primer debate del proyecto de Código Orgánico Integral Penal, impulsado por el Ministerio de Justicia. Uno de los puntos polémicos del cuerpo legal es que los adolescentes mayores de 16 años que hayan cometido actos contrarios a la ley sean sancionados al igual que los adultos.
El especialista chileno Miguel Cillero, uno de los más reconocidos del mundo en materia de derecho infantil, expone su punto de vista.
¿La imputabilidad de adolescentes mayores de 16 años es conveniente?
A mi criterio no. Eso no quiere decir que no sea necesaria la discusión ni dejar las cosas tal cual están. Creo que en Ecuador se debe tratar seriamente de fortalecer su sistema de justicia penal de adolescentes, mejorar lo que funciona, porque hoy en día la opinión pública y algunas iniciativas dicen, llevamos siete o diez años con un sistema de Código de la Niñez que no funciona. Entonces se deben buscar soluciones.
¿Se refiere a fortalecer el Código?
El sistema de justicia penal de adolescentes especializado, manteniendo que ningún niño o adolescente menor a los 18 años sea juzgado, sancionado y su pena ejecutada en el sistema penal de adultos, sino de jóvenes; pero que funcione y ahí deben haber esfuerzos, que haya jueces y fiscales especiales capacitados, sanciones no privativas de la libertad y se ejecuten en centros públicos y adecuados con todas las condiciones para favorecer los objetivos de la legislación, que es prevenir la delincuencia.
¿Qué causas traería el sancionar a jóvenes como adultos?
Al bajarle a la penal, los adolescentes tempranamente ingresan a las cárceles de los adultos y eso lo que hace es favorecer el desarrollo de una cultura delictual en ellos. Todo el esfuerzo más bien debe ser sacarlos de esa cultura y evitar que ellos se sientan delincuentes avezados.
¿No es ser muy condescendientes con quien ha cometido un delito?
Sabemos que han cometido un delito, se les debe hacer reconocer que han incurrido en el delito, pero se los debe seguir tratando como adolescentes, con acceso a la educación, salud y toda la protección que la Constitución le ofrece y que es muy amplia en Ecuador.
¿En Ecuador hubo un menor que asesinó a muchos taxistas y fue sancionado como adolescente?
Son casos extraordinarios. Primero las leyes son hechas para las generalidades. Según cifras oficiales, en el Ecuador existen cerca de 600 adolescentes privados de la libertad, producto de infracciones más o menos graves y no tan graves; y tenemos alrededor de dos millones de adolescentes; entonces, por 600 o por uno, no se va a modificar la legislación de todos.
¿Debe haber un trato especial para casos especiales?
En casos excepcionales se tendrá que privar de la libertad a los jóvenes, pero en centros especializados, con tratamientos adecuados y durante el tiempo que establezca la ley; pero no en centros de adultos, en donde después de tres o seis años salen con una trayectoria terrible.
¿Cuál es su recomendación?
Que es muy superior en rendimiento una buena política de un derecho penal especial, que el traspaso al sistema penal de adulto. En base a mi experiencia, el juzgar jóvenes como adultos ha dado resultados negativos en Europa y parte de América.