“Hay gente que era de la CIA que ahora sigue conspirando”
¿Qué le impediría a usted ser reelecto presidente?
Que haya otra persona de Alianza PAIS que garantice de mejor manera la victoria electoral. Ahí me haría a un lado. Estoy bastante cansado, mi familia se ha sacrificado muchísimo. Lo que menos pretendo es ser indispensable. Todos somos necesarios, pero nadie indispensable.
Si Lenín Moreno ya no será su compañero, ¿su binomio será una mujer, indígena y joven?
No especulemos de las especulaciones. Primero habrá que definir si voy a la reelección o no. Y por supuesto que sería interesante un binomio con una mujer joven que represente todo lo que busca la revolución ciudadana, grupos siempre excluidos, indígenas, un afro, mujer por equidad de género, juventud, pero no siempre se puede encontrar el candidato ideal.
¿Siendo este año de elecciones, cuál será el eje movilizador de su campaña?
Hemos dicho que se van a priorizar varios aspectos, la revolución vial, educativa, salud, seguridad. Ya se están viendo los frutos de todo lo que hemos sembrado estos últimos años. Este año haremos 425 UPC, está en prueba el sistema integrado de seguridad más moderno de toda América Latina y es impresionante realmente. Algún rato vaya y vea La Puntilla. Hemos dicho que este será el año del talento humano, la ciencia y la tecnología. Y estamos poniendo mucho énfasis, porque creemos que sin eso no habrá futuro. Será la evaluación de las universidades, la ciudad del conocimiento y fomentar los recursos para laboratorios de investigación.
Usted varias veces ha dicho que se va a radicalizar la revolución. ¿Este será el año para eso?
Para radicalizar esa revolución tenemos que seguir con ese cambio de poderes en función de las grandes mayorías que dependen básicamente de la acción política del Gobierno. El complemento, lo necesario, es el cambio cultural, la cultura de excelencia depende de todos los ecuatorianos.
¿Cuál es el momento más crítico vivido durante estos cinco años?
Han habido muchos. Recuerde que a los nueve días de asumir el mando, en un trágico accidente, murió Guadalupe Larriva y su hija Claudia de 15 años, y cinco soldados de la Patria. Después vino lo de la Angostura, cuando encima nos quisieron involucrar con las FARC, y luego obviamente el 30 de septiembre y hasta ayer (el jueves pasado) la renuncia del ministro de Salud, un queridísimo amigo. Son cosas duras. Pero probablemente el más crítico fue el 30 de septiembre, sobre todo cuando supimos que balas asesinas mataron a cinco ciudadanos, uno de ellos civiles y cuatro uniformados.
¿Y el momento más emotivo?
Ahí tenemos muchos, pero el peor error en el que podemos caer es el exceso de confianza. Y hay muchas cosas irreversibles. E insisto, cada día nos levantamos pensando qué se inventó la prensa. Mire lo que sacó el Washington Post, un poco menos que aquí hay un dictador loco, manipulando la justicia. Hay gente conspirando y cara dura, los jefes de inteligencia que descaradamente trabajan con la CIA siguen conspirando y manejando círculos. (OP)