“El trabajo de la Aduana es controlar y evitar acciones irregulares, pero se trata de un círculo que se cierra en la parte judicial, lo que no se cumple”, afirmó el titular de la Aduana, Xavier Cárdenas. “Nos encontramos que los fiscales no acusan, desestiman y por ello los procesos legales no terminan”, dijo.

Adicionalmente, la entidad determinó que menos del 3% de los casos presentados avanza a una instrucción fiscal y se hace un llamamiento a juicio y el resto se desestima.

Cárdenas mencionó que una muestra de eso es el caso Edmundo Jordán, importador que declaró que traía máquinas soldadoras, lo que no coincidió con la revisión física, pues se encontraron otras mercancías, como ropa usada, perfumes, video juegos, cajas de multivitaminas, entre otros, cuya evasión sería de aproximadamente 115 mil dólares, informó la Aduana.

En este caso el fiscal desestimó las pruebas presentadas y no hubo sanción. “Hacemos un despliegue de recursos importante y todo queda en nada, lo único que queremos es que se actúe en derecho”, señaló.

Para evitar esto, el Senae ahora tiene potestad de sancionar a los importadores que se descubran en actos de fraude siempre y cuando la mercadería no exceda los 39 mil dólares, luego de este monto los casos deben ser resueltos por la justicia. La multa puede ascender a 10 veces el valor que se importa.