El anuncio hecho el viernes por Conecel, en el que se compromete a pagar a sus trabajadores y extrabajadores la reliquidación del 15% de las utilidades de 2003 a 2006, no satisface completamente a los casi 1.200 excolaboradores que en 2008 demandaron a la operadora.  

El representante de los extrabajadores directos y tercerizados de Claro, Washington Andrade, asegura que la gente está contenta, pero existe incertidumbre porque el 80% de los demandantes empezó a trabajar de manera tercerizada y luego pasó a nómina. Por eso piden que el Ministerio de Relaciones Laborales (MRL) garantice el pago justo de sus utilidades por los 4 años que colaboraron con la operadora de telefonía móvil.

El reclamo de los extrabajadores fue interpuesto ante la Dirección Regional de Trabajo en Guayaquil hace 7 años, por el pago de utilidades que se estimó en $ 127 millones, luego de que el Servicio de Rentas Internas (SRI), mediante un examen tributario, determinara que Conecel cometió evasión tributaria de 2003 a 2006.

Sin embargo, la cifra establecida por las autoridades sería de $ 47 millones, de la cual se descontarían los desembolsos ya efectuados, dejando un saldo pendiente de $ 29 millones, informó Andrade.  

En abril de 2011, el entonces procurador de los extrabajadores, Duval Díaz, declaró a ELTELÉGRAFO que en 2006 la empresa facturó $ 700 millones y solo pagó $ 700 de utilidades a cada empleado, mientras que en 2007 reportó ingresos por $ 875 millones y “extrañamente” entregó utilidades por $ 15.000 a cada trabajador.

Después de un largo litigio, en un comunicado de prensa, Claro informó el viernes que con base en la Ley Reformatoria del Código del Trabajo de junio de 2006, pagará la reliquidación de utilidades a los extrabajadores intermediados ese año. El pago -añade- se hará entre el 14 y 16 de este mes y el lugar se informará a través de la prensa.     

Washington Andrade sostiene que según el Código de Trabajo, si hubiere algún saldo por concepto de utilidades no cobradas, el empleador lo depositará en el Banco Central del Ecuador. Por lo tanto, considera una arbitrariedad que Claro quiera hacerlo directamente porque se corre el riesgo de discrecionalidades. Por ello tiene previsto reunirse mañana con el ministro Carlos Marx Carrasco, para pedir su intervención.