Beatriz Tola, más conocida como Betty, cuencana, a sus 46 años asume uno de los retos políticos más desafiantes de su vida: conducir la política de la Revolución Ciudadana. Y a ello se añade un pedido especial del presidente de la República, Rafael Correa: radicalizar el proyecto político del Gobierno.

Ella tiene una larga trayectoria, pero ante todo carácter: “Sus decisiones son firmes y las toma con una sonrisa. Siempre ha sido así, tiene un carácter afable y genera confianza en la misma medida que coloca su firmeza”, comenta un ex compañero de Tola en Pachakutik y ahora en la oposición, al tiempo que reconoce que es un paso positivo el nombramiento.

Entre los ex asambleístas de Montecristi está presente la imagen de Betty Tola como una de las más trabajadores, la que se quedaba hasta la madrugada y la misma que no salía en los medios cuando otras y otros “se morían por estar en pantalla”, como dice uno de sus colaboradores de esa época.

El tema de la participación ciudadana no es nuevo para Tola, lleva más de la mitad de su vida vinculada a procesos de organización local y nacional en temas de participación ciudadana, acompañamiento de organizaciones sociales y formación de liderazgo.

En el mundo académico se preparó como especialista en población y desarrollo local, elaboración y planificación de políticas públicas con enfoque de participación ciudadana, interculturalidad y género. Estas bases y 20 años de vinculación a procesos locales y nacionales de participación ciudadana, acompañamiento a organizaciones sociales y formación de liderazgos sociales le dan otra perspectiva del trabajo político.

Entre los cargos públicos que desempeñó se encuentran: asambleísta constituyente por Azuay (2007-2008), asambleísta de la Comisión Legislativa y de Fiscalización (2008-2009) y ministra de la Secretaría Nacional del Migrante (2010).

En el ámbito privado trabajó como coordinadora del Centro Internacional de Cooperación para el Desarrollo Agrícola, directora ejecutiva de Fuprodesa (Fundación de Promoción y Desarrollo Social del Austro), responsable del programa de Comunicación Popular, coordinadora del programa Gobiernos Locales y Participación Ciudadana  y voluntaria de la ONU.

Compañeros del gabinete que prefieren el anonimato apuntan dos señales de la presencia de Tola en el cargo de Ministra Coordinadora de la Política: primero, que fue para ellos sorpresiva la designación, pero a la vez satisfactoria porque incluye un ingrediente de compromiso, militancia plena con la izquierda y el proyecto político, pero también una mirada fresca de lo que ahora corresponde hacer en el Gobierno.

Segundo: hay un reconocimiento a la lucha de una mujer con mucho vigor político y humano. “Más allá de su condición de mujer, que ahora ya no es solo la razón para poner a una persona en un puesto, porque ya somos muchas y es normal que estemos al frente de responsabilidades delicadas, complejas y difíciles”, manifiesta otra ministra.