El importador de útiles escolares y artículos varios de bazar Alejandro Ordóñez Pinos solicitó a un juzgado, en Guayaquil, que se lo exonere de pagar impuestos a sus importaciones que provienen de la China, porque los productores nacionales que elaboran este tipo de artículos cuentan con una exoneración y aquello genera una situación de desventaja en el mercado.

Este comerciante es el único que ha solicitado y logrado este beneficio tributario, ya que el resto de importadores continúa pagando el 30% de impuestos, según el objeto terminado que ingrese al país.

Por esta concesión judicial, desde diciembre de 2011 hasta la fecha, el vendedor ha dejado de pagar 155 mil dólares al Estado por concepto de impuestos, razón por la cual el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) ha interpuesto una demanda para evitar el perjuicio estatal, que también le brinda condiciones que, según Xavier Cárdenas, gerente de la Aduana, generan una competencia desleal.

La decisión la dictó la magistrada Primero de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Guayas, Alemania Centeno, el 25 de diciembre de 2011.

Cárdenas explicó que la política comercial del país está enfocada en favorecer a quienes generen trabajo para los ecuatorianos, por lo cual se ha eliminado el tributo a ciertas materias primas. “Pero lo que ya viene terminado, que genera trabajo en el exterior, que saca divisas nacionales al exterior tiene lógicamente un arancel mayor que es del 30%, como es el caso antes citado”, resaltó el funcionario.

También explicó que la importación durante estos meses ha ascendido a 500 mil dólares. En respuesta a esta situación, Ordóñez destacó que se siente en desventaja porque los grandes productores, a su parecer, monopolizan el mercado.

“Por ejemplo, entre los productos que traigo de la China están los esferos, que aquí (Ecuador) ese mercado lo domina BIC y ellos reciben el beneficio de cero arancel porque traen las partes semiterminadas. No es justo porque este es un monopolio. Ellos dan pocos márgenes de ganancia, por eso pedí que se tome en cuenta mi situación como empresario”, detalló el comerciante, quien tiene un local de venta al por mayor y menor de los productos que trae del continente asiático, que está ubicado en Seis de Marzo 936 y 10 de Agosto, en el centro de la ciudad.

En el Senae los registros de importación de los mismos productos que ahora son exonerados de impuestos para Ordóñez son traídos por más de 20 compradores, que continúan pagando el 30% de impuestos como señala la ley.
Para sustentar la revocatoria de la decisión judicial el Senae acudió con sus abogados, representantes del Comex (organismo  que es liderado por el Ministerio de la Producción y otros importadores que también se ven afectados por la medida .

Sin embargo, previo a la audiencia,  Ordóñez desistió de la causa, dejándola  sin efecto. Pero paralelamente a esto ya se había iniciado otra solicitud con el mismo pedido anterior -exoneración de impuestos- lo que, según explicaron los representantes legales del organismo aduanero, “es ilegal”.

En esta ocasión recayó en manos del juez Tercero temporal  del Trabajo del Guayas, Julián Fajardo, quien también le concedió el beneficio tributario, lo que fue apelado por la Aduana.

El proceso ya lleva cinco meses y aún no hay una resolución en favor de alguna de las partes. Luego de la queja impuesta por el Senae, los dos jueces decidieron no tramitar el caso y se derivaron varios procesos judiciales, quedando en manos de una Sala de Conjueces que hasta ahora no se pronuncia sobre la recusación para que luego pase al juez y tome una decisión final.

“Ahora resulta que la Aduana no solo debe preocuparse por el contrabando en las fronteras, de que llegue el wisky ilegalmente y de cualquier otro producto, sino también de los fallos judiciales que facultan no pagar impuestos”, sentenció Cárdenas.

Además, ratificó que la entidad seguirá todos los procesos legales para que se mantenga un equilibrio en el mercado a través de una competencia justa.