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Ecuador, 28 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

El Jefe de Estado critica la doble moral de tres medios

El presidente de la República, Rafael Correa, criticó ayer que los medios de comunicación privados El Universo, El Comercio y Ecuavisa participaran como accionistas de las empresas telefónicas Conecel  y Otecel, que en 1993 y 1996 efectuaron concesiones para brindar el servicio de telefonía celular en el Ecuador y que resultó un perjuicio para el Estado una vez que solo pagaron $53 millones por esos contratos, cuando tuvieron utilidades que se acercan a los $7.000 millones.

“Para que vean cómo nos han manipulado. Sepan ustedes que la primera concesión de celulares, en 1993,  fue por 15 años y vendieron cerca de $7.000 millones y le dieron al Estado $53 millones. ¿Y quiénes eran los socios nacionales de esas transnacionales que se llevaron tan jugoso negocio? El Universo, El Comercio y Ecuavisa.  Averigüen si alguien denunció el perjuicio para el Estado. Averigüen en qué primera página denunciaron este terrible negocio para el Estado que significó tener ventas de $7.000 millones y le dan una migaja al Estado.

Prohibido olvidar, esa es la libertad de expresión que añoran los mismos de siempre. Pero con este gobierno se acabó la libertad de los corruptos”, dijo el Jefe de Estado durante la entrega de 19.800 líneas telefónicas y 500 puertos de Internet para el sector de Mapasingue Este, en Guayaquil.

El Mandatario, de esta manera, se refirió a la investigación realizada por diario El Telégrafo, que puso al descubierto los contratos que Conecel  y Otecel hicieron con el Estado ecuatoriano en 1993 y que fue renovado en 1996.
Durante el acto realizado en Mapasingue, el gobernante recalcó los esfuerzos del actual régimen para rescatar a la telefonía estatal, una vez que gobiernos anteriores quisieron privatizar el servicio.

Molestias por atrasos en obra

Luego de participar del acto en Mapasingue, el Jefe de Estado realizó una visita sorpresa a las instalaciones del edificio Makro, ubicado al norte de la ciudad, a un lado del centro comercial Plaza Quil, en donde se prevé que  funcionen las dependencias de Salud, Educación y el  Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Sin embargo, la molestia del gobernante fue inmediata al percatarse de los atrasos en las adecuaciones que tiene la construcción, que fuera de propiedad del Banco del Azuay, una de las entidades financieras quebradas a finales de los 90.

Correa -en compañía del gobernador del Guayas, Roberto Cuero- recorrió la planta baja y uno de los pisos altos y constató que el trabajo es prácticamente nulo en el edificio. El Mandatario se mostró contrariado por lo observado y solicitó explicaciones al representante del Ejecutivo en la provincia.

Cuero se encargó de realizar las llamadas a los responsables de la obra, a quienes les exigió que den explicaciones por el atraso. No obstante, el Primer Mandatario decidió abandonar la construcción y dirigirse hacia el Gobierno Zonal para seguir con su agenda de trabajo, no sin antes dar sus quejas al Gobernador debido a que en junio pasado se iniciaron las gestiones para readecuar el lugar, pero hasta el momento no se pueden concluir los trabajos.

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