La  notable inversión social que ha realizado el actual Gobierno para garantizar el crecimiento sostenido de la sociedad ecuatoriana, ha sido uno de los factores clave para que el presidente Rafael Correa goce de estabilidad política al cumplirse cinco años de su gestión, según el criterio de analistas.

Datos del Ministerio de Inclusión Económica y Social señalan que la inversión social en Ecuador durante el actual régimen ha aumentado considerablemente en relación con anteriores administraciones. Los presupuestos destinados a este sector pasaron  de $ 3.900 millones en 2009 a $ 4.400 en 2010, y para 2011 la cifra aumentó a  más $ 5.600 millones.

“Este Gobierno ha realizado una gran inversión en lo social, con lo cual ha mejorado la calidad de vida de los sectores que antes eran menos favorecidos y esto ha generado la fidelidad de los ecuatorianos hacia el Presidente”, menciona el analista político Carlos Rabascall.

En 2011, la inversión social resaltó como prioridad para el régimen de la Revolución Ciudadana, al asignar para este propósito un 27,2% del Presupuesto General del Estado, estimado en $ 23.950 millones, un 17% más que en  2010.

A criterio de Rabascall, la política del Ejecutivo ha sido coherente entre sus propuestas y sus acciones, lo que ha sido bien percibido por la población que le ha otorgado un alto grado de credibilidad, un 63%, mientras un 80% aprueba su gestión, según sondeos de la firma privada Perfiles de Opinión. 

El analista destaca que la labor del Jefe de Estado ha sido sistemática y que ha adoptado las medidas necesarias para canalizar los recursos suficientes para atender las demandas principales de la población en vivienda, vialidad, educación y empleo. Como ejemplo, Rabascall cita la reestructuración de la deuda externa del país, que en 2008 fue declarada ilegítima por el Presidente y dispuso el cese de pagos en bonos de un 70%, lo que significó la liberación de un flujo de caja de $ 7.000 millones.

Según el Banco Central del Ecuador, el saldo de la deuda externa pública del país a mayo de 2011 fue de $ 8.705 millones.

El analista Ramiro Crespo señala que los factores que han contribuido a un ambiente de estabilidad son  la dolarización y el alto precio del petróleo ($ 98 por barril) que se ha registrado durante los últimos años, lo que ha permitido al Gobierno contar con ingentes recursos.  

“El Gobierno ha tenido recursos históricos muy altos que le han permitido hacer obras y aumentar la inversión  social”, dijo Crespo. Además, resalta que los préstamos realizados a China han contribuido a contar con más capital.

China se ha convertido en el principal socio financista de Ecuador, con un aporte de más de $ 7. 253 millones para financiar represas, créditos de libre disponibilidad y anticipos económicos por ventas de crudo.

El analista Xavier Ordeñana también destaca la inversión en el gasto público del actual Gobierno, lo que ha permitido que haya un crecimiento económico del país de un 8% del Producto Interno Bruto (PIB), según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“Se han mejorado las condiciones de educación, salud e infraestructura, en general hay un efecto positivo en la inversión social”, expresa Ordeñana, aunque considera que una economía basada en el gasto público no es sostenible a largo plazo.

Por ello, el investigador de la Espae-Espol señala que es prioritario que se involucre al sector privado en los planes de inversión para que el impulso que le dio el gasto público al Gobierno sea sostenido a fin de evitar un estancamiento en la economía nacional. También recomienda buscar acuerdos comerciales con otros países y diversificar el mercado. 

“Una economía pequeña como la nuestra difícilmente va a poder desarrollarse por el gasto público, a largo plazo tenemos que buscar acuerdos comerciales con otras regiones, no exclusivamente con Estados Unidos. Debemos explorar nuevas opciones”, menciona.

Otro de los puntos que se destacan es la reducción de los niveles de pobreza, que descendieron de 4,8 puntos porcentuales entre 2006 y 2010 para situarse en 32,8%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).