El presidente de la República, Rafael Correa, llega hoy a la Amazonía para corroborar los avances en las obras para la explotación del crudo en las zonas de Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) de la reserva natural  Yasuní. De esta forma cumple con el compromiso de verificar la utilización de tecnología limpia, que adquirió cuando puso fin a la iniciativa que buscaba dejar bajo tierra el petróleo a cambio de aportes internacionales.  

“Quiero verificar que se esté cumpliendo con la utilización de tecnología de punta. Queremos ir con periodistas nacionales e internacionales para que ojalá puedan informar objetivamente”, recalcó el Mandatario. Anunció que inicialmente había manifestado que la afectación iba a ser en 5 hectáreas de cada 1.000, cifra que ahora se ha reducido a 2, lo que significa un gran logro para la conservación del ecosistema. Recordó además que esta actividad le dejará al país $ 20 mil millones, cuya inversión será prioritaria para la Amazonía.

Resaltó que este beneficio será para las próximas generaciones y no para las próximas elecciones, puesto que ahora lo que se hace es invertir para luego obtener los frutos. “La propia prensa tuvo que reconocer que hemos invertido cerca de $ 500 millones, porque decían que la decisión de explotar el petróleo es porque el país estaba quebrado. Ahora el Yasuní solo nos cuesta plata, el beneficio es para el futuro, si yo fuera un irresponsable diría que mejor no hiciéramos nada y me ahorraría centenas de millones de dólares”, enfatizó.                   

En su intervención resaltó las incoherencias en relación al tema, puesto que Perú explota su lado de la reserva desde hace muchos años. “Los ecosistemas no conocen de fronteras y al otro lado (en Perú) existe lo mismo, igualito, con pueblos no contactados y todo. Y desde hace más de 10 años se explota el petróleo”, dijo.  El Jefe de Estado indicó que existe una doble moral, una persecución política hacia ciertos gobiernos que no se someten al imperio, porque nadie ha llevado a Perú ante la CIDH.