Correa pide a ministros ser líderes de la transformación
Radicalizar la revolución y levantar, incluso, su inmunidad si se comprueban mentiras de su Gobierno, para ser enjuiciado fueron parte de los anuncios que realizó, ayer, el presidente de la República, Rafael Correa, durante la posesión de los 15 funcionarios de Estado.
Correa, en un discurso que duró cerca de una hora y con un Salón Amarillo repleto, manifestó que radicalizar la revolución implica eliminar la mentira.
Durante la posesión de los nuevos funcionarios, resaltó las características personales de cada uno de los ministros, entre ellos el flamante secretario de Planificación y Desarrollo, Fánder Falconí. De este último, Correa dijo que nunca se fue del Gobierno y hoy regresa con el afán de incentivar y lograr que se cumplan las metas planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo para el Buen Vivir.
Entre los nombramientos se encuentran como ministra Coordinadora de la Política, Betty Tola; ministra Coordinadora de Desarrollo Social, Doris Soliz; ministra Coordinadora de la Política Económica, Jeannette Sánchez; ministro de Coordinación de la Producción, Santiago León; ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Pedro Jaramillo; secretario Nacional de Inteligencia (Senain), Raúl Patiño Aroca; secretario de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), René Ramírez.
Además de secretaria de Pueblos y Participación Ciudadana (SPPC), Mireya Cárdenas; secretario Nacional del Agua (Senagua), Walter Solís; secretario Nacional del Migrante (Senami), Francisco Hagó; presidente de la Comisión Técnica Presidencial de la Nueva Arquitectura Financiera Internacional, Diego Borja; presidente del Directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), Pedro Delgado; presidenta del Directorio del Banco de Desarrollo (BEDE), María Soledad Barrera; y, presidente del Directorio del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), Xavier Cárdenas.
Sobre los enlaces sabatinos y cadenas nacionales que emite el Gobierno, el Primer Mandatario hizo un llamado para que los medios de comunicación que dicen que se manipula la información o se mienten lo demuestren, ante lo cual, dijo, está dispuesto a despojarse de cualquier inmunidad para enfrentar juicios.
Acerca de las denuncias realizadas por periodistas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el pasado 25 de noviembre, en Washington, el gobernante manifestó que “no fueron a defender la libertad de expresión, sino a desprestigiar al Presidente”. Por lo que calificó como grave lo que pasó en el organismo “trataron de hacer quedar mal al país a nivel internacional para defender intereses privados”.
Correa agregó: “nos dicen que estamos intimidando a aquellos que fueron a denunciar al Gobierno a Washington, que no nos digan que no les gusta los enlaces, que nos digan si es que estamos mintiendo”. El Jefe de Estado aclaró que con cadenas nacionales el Ejecutivo demuestra “quiénes calumnian, quiénes desinforman, quiénes se financian con fondos públicos de Estados Unidos y quiénes hacen politiquería disfrazado de periodismo”.
“La prensa corrupta en nuestro país, en nombre de la libertad, nos hace esclavos y esclavas de lo que calla o lo que dice. Media docena de familias son dueñas de medios de comunicación nacionales, esa es la vulnerabilidad en la que estamos”, puntualizó el Mandatario.
Se prevé que la próxima semana Ecuador lleve a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe la propuesta para el cambio en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Respecto al tema de la salida de los funcionarios públicos, dijo que todos tendrán compra de renuncias bajo los parámetros que establece la Ley de Servicio Público y con las respectivas indemnizaciones.
Correa indicó que lo más fácil era llegar a las elecciones de 2013 manteniendo la popularidad y sin realizar cambios radicales; sin embargo, el proceso por lograr la institucionalización del Estado no se detendrá. “Si perdemos las elecciones las perderemos, pero cumpliremos con nuestra responsabilidad histórica”, expresó.
Pidió a los ministros que permanecerán en el gabinete, como a los recién posesionados, convertirse en los líderes de la transformación que requiere la nación.