Correa pide a CC definir alcance de justicia indígena
El Gobierno ha elevado una consulta a la Corte Constitucional (CC) para que determine cuáles infracciones puede juzgar la justicia indígena y cuáles el sistema ordinario.
Así lo anunció ayer el presidente Rafael Correa durante el encuentro que mantuvo con 30.000 indígenas de la Sierrra Central que se dieron cita en el estadio Olímpico de Riobamba para plantear una serie de demandas al Ejecutivo.
El gobernante opinó que una violación o asesinato debe ser juzgado por la justicia ordinaria, porque se afecta al bien jurídico más preciado: la vida. Puso como ejemplo el robo de una vaca o una pelea entre borrachos como los casos que pueden resolverse en las comunidades. Pese a esta consideración, el Primer Mandatario animó a las personas a discutir sobre este tema. (Ver infografía ampliada)
Otro de los planteamientos de los indígenas fue el “transporte comunitario”. Correa rechazó el uso de camionetas, porque donde se moviliza a personas y ganado no puede llamarse como “transporte comunitario”.
Para él, esos vehículos y formas de movilización atentan contra la dignidad de las personas. Propuso el uso de buses en las comunidades. Pero reconoció que eso tomará tiempo, ya que se depende de la construcción de carreteras de calidad. Hasta tanto, el Gobierno autorizará el uso de camionetas, pero advirtió que será de manera provisional.
Eso porque la Ley de Tránsito prohíbe el transporte de personas en los baldes de las camionetas. Esa disposición ha causado inconvenientes en las comunidades de esa zona del país. Otro punto fue el de las “escuelas comunitarias”. Correa señaló que esos planteles son aquellos con apenas dos aulas, un profesor y dos baños exteriores.
Insistió en que la única ventaja de las comunidades es que esas escuelas les quedan cerca, pero que carecen de beneficios como laboratorios, computadoras, Internet de banda ancha, clases de arte, profesores de inglés o canchas.
En ese sentido, propuso la construcción de grandes escuelas, estratégicamente ubicadas y con un gran sistema de transporte para que los niños se puedan movilizar y tener acceso a una educación de primer orden.
El Jefe de Estado recordó que la miseria no es parte de la cultura y el folclor de los indígenas. Pidió a este colectivo no dejarse engañar y reconocer los logros de su administración. Esos fueron los principales anuncios realizados por Correa durante su intervención en el estadio de la capital del Chimborazo.
Antes de que hablara el presidente Correa, lo hicieron ministros y dirigentes indígenas. Eso fue en la tarde, pero en la mañana, durante el arribo de los indígenas, los dirigentes de base expusieron sus necesidades.
Solicitudes de las comunidades
Luz María Hipo es de la parroquia Cacha (Riobamba). Esta mujer indígena de 45 años contó que su lugar de origen es una zona que era considerada el oasis de Chimborazo. “Cuando era pequeña, esto estaba verde, los sembríos crecían fuertes, ahora no hay nada, la sequía mata los cultivos”, lamenta, pero sostiene que no se rinde pese a ver morir su tierra.
Ella siembra fresas (frutilla), cebada y maíz, que considera productos que aguantan altas temperaturas y no requieren mayores cantidades de agua para crecer.
“Son escuelas de la pobreza. La miseria no es parte de la cultura, no es folclor. Es un insulto a la dignidad humana”
Rafael Correa
Presidente de Ecuador
“Planteamos este encuentro en donde todos los hermanos indígenas pueden presenciar lo que pedimos”
Delia Caguana
Dirigente indígenaLa falta de riego es un problema en la provincia, cuenta César Guzmán, dirigente de Movimientos Indígenas de Chimborazo. Según dice, de las más de 2.000 comunidades que habitan en la provincia, solo el 10% tiene canales adecuados de riego.
Cacha es una población integrada por 26 comunidades y el 70% de la población es indígena. La parroquia está en la parte alta y los cultivos de maíz de Hipo están marchitos. “Recojo agüita de mangueritas hasta donde alcance, pero las plantas se marchitan y dañan”, cuenta.
La falta de riego no solo preocupa a Chimborazo. María Quishpe es de Tungurahua y se queja de que tampoco tiene agua para los sembríos. “No tenemos vacas lecheras, no podemos producir quesos”, reprocha.
Lo mismo sufren los indígenas de Bolívar. A todos ellos los convocaron ayer al estadio de Riobamba para plantear el primer diálogo de puertas abiertas con el presidente Rafael Correa. “Es un diálogo abierto, en el que las comunidades pueden ver y expresar sus preocupaciones, así pueden sentir que son tomadas en cuenta, no en oficinas cerradas”, señaló Delia Caguana, presidenta de los Movimientos Indígenas de Chimborazo.
La dirigente está cansada de que sus pedidos, que los han tramitado por más de un año a organizaciones nacionales como la Confederación de Nacionalidades Kichwas del Ecuador (Ecuarunari) o la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), no sean escuchados. “Por ello planteamos este encuentro abierto, en donde todos los hermanos indígenas pueden presenciar lo que pedimos, lo que requerimos al gobierno nacional”, destacó.
El riego no es el único planteamiento. También solicitaron ser incorporados en los cambios que se implementarán a la matriz productiva, reformas a la justicia indígena, mayor rigor en la educación intercultural bilingüe y transporte comunitario.
El encuentro fue organizado por la Federación Indígena y Campesina de Bolívar (Fecabrunare), el Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT) y la Confederación del Movimiento Indígena de Chimborazo, pero también participaron comunidades de Cañar y Cotopaxi.
30.000 personas llenaron el estadio de Riobamba durante el encuentro con el presidente Rafael CorreaFeliciano Bejarano habita en la comunidad Ozogoche Alto y pide que la justicia ordinaria sea efectiva. Contó que su hija de 23 años fue asesinada hace quince días presuntamente por el esposo. Pese a que el sospechoso está detenido, “un fiscal quiere soltarlo porque tiene dinero y puede pagar abogados”.
El hombre cuenta que otro problema que les aqueja es el transporte comunitario, pues los vehículos se niegan a llevarlos con animales. “No tenemos cómo salir a vender en nuestras comunas”, dijo.
Entre los planteamientos también está la creación de hospitales, porque los más cercanos se encuentran a más de tres horas de distancia de sus sitios de residencia.
Los dirigentes indígenas no fijaron plazos al Ejecutivo para que ejecute los planteamientos. “Sabemos que el presidente Correa tiene cuatro años para hacerlos efectivos”, dijo Caguana.
Miguel Lluco, presidente de Pachakutik en Chimborazo, aclaró que no están en oposición a sus propias organizaciones (Conaie y Ecuarunari), sino que más bien buscan “enseñarles que el diálogo es el mejor mecanismo para que nuestras posturas y necesidades sean escuchadas”.
Lluco señala este punto porque la Conaie y la Ecuarunari están enfrentadas al Gobierno. Algunos de sus dirigentes consideran cualquier acercamiento con el régimen como una traición.
Tras la reunión, el presidente Rafael Correa analizará las propuestas de los movimientos indígenas con los ministros del ramo, a quienes encargará la realización de talleres permanentes con los dirigentes, con el objetivo de que sus planteamientos sean atendidos.
DATOS
Más de 25.000 indígenas llenaron desde las 13:00 el estadio Olímpico de Riobamba. Llegaron niños, mujeres y adultos mayores.
Entre las autoridades presentes estuvieron, además del presidente Rafael Correa, el prefecto de Chimborazo, Mariano Curicama; Betty Tola, secretaria nacional de Gestión Política.
En el escenario se colocó una “pambamama” (altar) adornada con flores y frutas, en donde los indígenas realizaron una ceremonia de adoración y pidieron al Primer Mandatario atender sus necesidades como salud, educación, justicia, riego y transporte.