A partir de las 06:00 de ayer se reanudaron las labores de búsqueda de los tres soldadores desaparecidos a consecuencia de la explosión y hundimiento de la estación naval flotante Río Cuyabeno, ocurrido el martes alrededor de las 12:00 en la frontera marítima entre Ecuador y Colombia, informó Carlos Vallejo, titular de la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea).

El oficial indicó que el operativo se realizaba por aire (helicópteros) y por mar (lanchas guardacostas y buzos de la Infantería de Marina) en un área amplia alrededor del lugar del siniestro. Esto por cuanto se conoce que los tres civiles, identificados como Miguel Escalante Suárez (17), Gabriel Sancán (16) y Francisco Huacón (26), se habrían aferrado a una boya circular tras el percance.

El oficial señaló, asimismo, que la entidad se ha comunicado con la autoridad marítima de Tumaco (Colombia) para recibir asistencia en la búsqueda.

Estos pormenores fueron anunciados la mañana del miércoles, durante las honras fúnebres del marinero Raúl Danilo Manzano Fuentes, de 25 años, quien pereció a consecuencia de un trauma craneoencefálico y hemorragia de una herida en el brazo.

En el Comando de Guardacostas (Coguar) de la Base Naval Sur de Guayaquil se levantó una capilla ardiente en la que el cuerpo de Manzano fue despedido por sus compañeros y parientes, quienes llegaron al recinto naval procedentes del cantón Montalvo (Los Ríos), de donde procedía el militar.

Vallejo señaló que el Comando de Guardacostas (Coguar) de Esmeraldas dirige las tareas de búsqueda y rescate y que aún es temprano para adelantar versiones al respecto de las posibles causas del incidente.

"Hay una comisión encargada de investigar el caso, pero el hecho de que solo se haya hundido la base móvil dificulta un poco las indagaciones que se tienen que llevar a cabo para determinar las posibles causas", señaló el comandante, quien agregó que la estructura, que entró en funciones en el 2009 cuenta con un seguro que no solo cubre la parte material sino también a las víctimas del suceso.

Al momento de la explosión se encontraban a bordo 14 infantes de marina, un oficial, seis tripulantes y cinco civiles, quienes realizaban labores de mantenimiento a la base. Junto con la Río Cuyabeno se encuentran en operaciones otras dos bases situadas en isla Puná y Puerto López (Manabí).

La embarcación siniestrada había sido desplazada a la zona norte de Esmeraldas para apoyar las tareas de control de tráfico ilegal de armas, combustible y precursores químicos en dirección al país vecino. Vallejo informó que estas actividades no han sido suspendidas.