Centro Histórico de Quito se llenó de danzantes y público
Cientos de quiteños disfrutaron ayer del Inti Raymi, una ceremonia ancestral que se realiza cada junio para agradecer al dios Sol por la cosecha.
El Centro Histórico se cerró para el tránsito vehicular y cada plaza se convirtió en escenario de rituales indígenas, buscando recrear las tradiciones.
En la Plaza de la Independencia el grupo Rastros y Quimera representó el Corpus Christi tradicional de Pujilí, un poblado de Cotopaxi.
De a poco los danzantes y priostes se tomaron la plaza ante decenas de espectadores. Con gran energía y al ritmo de la banda de pueblo, los bailarines recuperaron el valor de las tradiciones indígenas.
Para concluir, los priostes compartieron con el público la comida propia de la Sierra ecuatoriana: mote, habas, tostado y hornado, servidos sobre hojas de col.
Los asistentes cautivados participaron de la ceremonia. “Es un espectáculo muy colorido, que se merece una felicitación”, comentó Hugo Molina, que llegó al Centro Histórico para hacer unas compras, pero se dejó llevar por la fiesta.
Desde Tulcán (Carchi) llegó Gloria Fierro. Sorprendida contó que era la primera vez que participaba del Inti Raymi y que la experiencia fue grata. Lo que más llamó su atención fue el detalle de los trajes, llenos de espejos y metales preciosos.