Así informó El Telégrafo la muerte de Eloy Alfaro
Diario El Telégrafo fue fundado el 16 de febrero de 1884 en Guayaquil. Por esa razón es el único periódico aún en circulación que tuvo la posibilidad de informar a la ciudadanía sobre las Revolución Liberal.
En sus páginas aparecen noticias sobre el estallido social del 5 de junio de 1895, los combates de Eloy Alfaro, las medidas tomadas por su gobierno y también su masacre.
Fiel a la corriente ideológica que dominaba el puerto principal a finales del siglo XVIII, El Telégrafo tenía una clara tendencia liberal.
Por eso en sus páginas de octubre de 1904 se pueden leer editoriales institucionales en los que se critica la influencia eclesiástica.
Por ejemplo, El Telégrafo informa el 25 de octubre de 1904 sobre las protestas del obispo de Riobamba, de la capilla metropolitana de Quito, y de las monjas de la capital.
“Todo aquello que creen que no les conviene lo toman sin el menor escrúpulo. Nuestra Constitución, que es esencialmente liberal y por consiguiente detestada por clérigos y monjas, resulta en estos momentos digna de mayor respeto y acato”.
Una situación similar ocurre con el Registro Civil, una institución creada en esta etapa de la Historia ecuatoriana. “Una de las mejores y más importantes leyes de las expedidas por la última legislatura es, a no dudarlo, la de Registro Civil. Su necesidad se hacía sentir, cada vez, con mayor urgencia”, reza el editorial de El Telégrafo, publicado en la portada del 10 de enero de 1901.
De hecho, este Diario contó sobre la entrada en vigencia de las leyes que permitieron la creación del Registro Civil y establecieron la libertad religiosa.
También fueron detallados los cambios que emprendió Alfaro en 1900 en el campo de la educación. “Creáse en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca, escuelas nocturnas para adultos, las cuales funcionarán con arreglo al plan de estudios y demás disposiciones establecidas por el Poder Ejecutivo”, reza una noticia aparecida el 20 de diciembre de 1900.
El 24 de enero de 1912, El Telégrafo ofrece detalles sobre la forma en que fueron detenidos Eloy Alfaro, Pedro J. Montero y Ulpiano Páez. “Unos niños desconocidos y de modesta condición suministraron la noticia de que habían visto penetrar a los tres generales en una casa, situada en la calle Chimborazo, intersección con la de la Municipalidad”, se lee en el primer párrafo de la nota.
El 24 de enero de 1912, El Telégrafo ofrece detalles sobre la forma en que detuvieron a Eloy Alfaro, Pedro J. Montero y Ulpiano Páez. “Unos niños desconocidos y de modesta condición, suministraron la noticia de que habían visto penetrar a los tres generales en una casa, situada en la calle Chimborazo, intersección con la de la Municipalidad”, se lee en la nota.
Poco después con el titular “Trágico fin del general Montero”, en primera plana se informa sobre el asesinato del general liberal.
En la nota se menciona que una turba intentó tomarse la gobernación donde estaban los Alfaro y Montero. Posteriormente fue el juzgamiento contra este último, que terminó en su masacre. Ya para ese entonces El Telégrafo de aquella época había dado la espalda al “Viejo Luchador” porque ese día lo llamó “traidor”.
Ante esta situación, el presidente de Panamá pide a su homólogo ecuatoriano, Carlos Freire Zaldumbide, garantizar la seguridad de Alfaro, lo que fue recogido por el diario.
En la edición del 29 de enero, bajo el título última hora, se indica que el ministro de Guerra, Juan Francisco Navarro, reconoció el asesinato de Alfaro. “Anoche circulaban rumores de que en Quito habían ocurrido graves acontecimientos, a consecuencia de la llegada de los presos políticos que fueron enviados de aquí (Guayaquil)”. Ya el 30 de enero, bajo el título “Ecos de la tragedia ocurrida el domingo en Quito” se narra lo sucedido y el Diario lamenta el trágico final de Eloy Alfaro.