La lejana relación de los asambleístas representantes de los migrantes es uno de los problemas que el movimiento PAIS busca superar en el nuevo período legislativo, que arrancará oficialmente el 14 de mayo. El presidente Rafael Correa ha evidenciado el problema. En algunos casos, los legisladores son electos y se olvidan de los mandantes. 

El Código de Ética de PAIS estipula una cláusula para superar el desfase. El documento propone que los asambleístas del exterior deben dividir su año en dos períodos: los primeros seis meses deben trabajar en la Asamblea y los otros seis meses deben afianzar los vínculos con los migrantes, en el extranjero.

Esta división de trabajo contará con el apoyo de los asambleístas alternos, quienes estarán primero con sus electores y luego llevarán sus inquietudes a la Asamblea. El plan se acopla a las intenciones de la agrupación política de dar protagonismo a los legisladores suplentes.

En las elecciones del pasado 17 de febrero, PAIS obtuvo las seis curules del exterior que estaban en juego. Fueron electos Eduardo Zambrano y Diana Peña, en América Latina, Caribe y África; Ximena Peña y Álex Guamán por EE.UU. y Canadá, y Dora Aguirre y Esteban Melo por Europa, Asia y Oceanía.

Fernando Cordero, presidente de la Asamblea, califica como “una decisión política” la participación que tendrán los legisladores alternos en la Asamblea, de la cual aclara que no “significa crearles un sueldo”. En el caso de la participación de los legisladores del exterior, manifiesta que actualmente PAIS analiza la distribución que tendrán los legisladores a lo largo del año, para que no la enfrenten seis meses corridos. “Llegaremos a acuerdos en donde el legislador principal pueda irse un tiempo, no necesariamente los seis meses completos, sino un mes, para estar con sus mandatarios o estar un mes y 15 días cada vez, eso parecería ser más factible”, explica. Para ello los legisladores podrían tener otro tratamiento laboral, en cuanto a la compra de pasajes y estadía.

La Asamblea cubre los rubros de los asambleístas provinciales, pero no los del exterior. “No se les puede dar aquello, porque imagínese el costo, pero habrá que buscar un mecanismo que podría ser pagarles los pasajes cuatro veces al año para que puedan irse cada trimestre, por quince días”, comenta Cordero.

Ese será uno de los puntos que estudiará la bancada en la próxima reunión que se realizará, el 22 de abril, en Quito. Allí la bancada buscará avanzar en la integración de las mesas legislativas.

Linda Machuca, ex asambleísta por los migrantes, comparte el criterio. Comenta que la inquietud nació de los propios representantes de los migrantes, a quienes les preocupa la movilización. En el período anterior, estos legisladores corrieron con sus gastos y que ahora el compromiso de los asambleístas es pasar seis meses en el exterior. La decisión está tomada pero la forma y los tiempos de cómo se aplicará aún no se ha determinado. “Será importante ajustar a la participación para que las distancias físicas no sean limitantes y puedan contar con las facilidades respectivas para desplazarse”, señala.

Para Machuca, el acercamiento con las colonias de ecuatorianos ayudará a mejorar los mecanismos de participación. “La representación de los migrantes es nueva, inspiradora para otros países, que quieren que la voz de la comunidad migrante se escuche”, destaca.
Uno de los pendientes de la Asamblea con respecto a los migrantes es la nueva Ley Orgánica de Protección e Igualdad de Derechos de las y los Migrantes Ecuatorianos Residentes en el Exterior y sus Familiares, que ya fue calificado por el Consejo de la Administración Legislativa (CAL) en 2011. El proyecto fue tramitado por la Comisión de Participación Ciudadana y Control Social, que está presidida por la asambleísta Guillermina Cruz. El texto, de 25 artículos y tres disposiciones generales, está listo y fue enviado en febrero para segundo debate.

Los legisladores del exterior ya piensan en los proyectos y leyes que se fortalecerán en favor del colectivo, entre los que están los proyectos de movilidad humana, de retorno digno y la reforma a la Ley de Seguridad Social. También se considera crear una comisión especializada para migrantes, en la que se canalizarían las demandas de los compatriotas en el exterior.

Esteban Melo, asambleísta por Europa, Asia y Oceanía, propondrá una reforma a la Ley de Educación Intercultural a favor de los migrantes, así como también analiza la creación de una cooperativa de ahorro y crédito para ayudar a los migrantes que retornan, y que para ellos exista una flexibilidad en los requisitos para acceder a los créditos que entrega el Banco Nacional de Fomento (BNF).