Artículo 146 podría ser vetado por el Ejecutivo
La atención en emergencia y otras unidades del hospital Pablo Arturo Suárez, al norte de Quito, fue normal ayer. Sin embargo, galenos de esta y otras casas asistenciales públicas, que pidieron no ser citados, dijeron que se mantienen en contacto con sus dirigentes, quienes les indicaron que la renuncia masiva se concretará en el momento en que se publique en el Registro Oficial y entre a regir la penalización de la mala práctica profesional en el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Personal administrativo del hospital, que se negó a identificarse e impidió el paso a la prensa, dijo que nadie está autorizado a hablar sobre el tema de las renuncias, la fecha y la estrategia que utilizarán para concretarlo, aunque destacó que hasta tanto atenderán normalmente. “Así vayan a otro lugar, nadie está autorizado a hablar”, resaltó.
Esto sucedió, luego de que el viernes pasado se produjo una manifestación masiva de médicos, paramédicos, enfermeras y hasta estudiantes de medicina que laboran en el hospital Pablo Arturo Suárez, para rechazar la tipificación de la mala práctica profesional: se procesaría y sancionaría como un delito culposo, lo que les llevaría a cumplir una pena privativa de libertad de 3 a 5 años. Tal normativa fue aprobada el domingo de la semana pasada en la Asamblea Nacional, tras concluir el segundo y definitivo debate.
Incluso, los médicos consideran que la ley establece un doble castigo, ya que dispone la inhabilitación del ejercicio profesional por un tiempo igual a la mitad de la condena.
La atención también fue normal ayer en el Eugenio Espejo, Enrique Garcés, Carlos Andrade Marín, Baca Ortiz de Niños, etc. En todos ellos las áreas de hospitalización y emergencia atendieron sin contratiempos.
El viceministro de Salud, Miguel Malo, en declaraciones a la prensa, afirmó que la protesta en el hospital Pablo Arturo Suárez no ha afectado la atención y confirmó que hasta el viernes pasado el Ministerio no ha recibido ninguna renuncia formal.
Según publicó ayer el portal digital ecuadorinmediato.com, Malo planteó que el diálogo sea el único mecanismo de resolución de conflictos. Sin embargo, aclaró que, en cualquier circunstancia, “el Ministerio de Salud tiene la obligación de garantizar el normal funcionamiento de servicios, según la Constitución y las leyes”.
Por su parte, alrededor de 50 profesionales de Ambato, en la provincia de Tungurahua, reunidos la noche del viernes pasado en el Colegio de Médicos de Ambato, presididos por Guillermo Bastidas, manifestaron su apoyo a la actitud adoptada por los médicos del hospital Pablo Arturo Suárez.
Correa no cederá a presiones
El presidente Rafael Correa, durante el enlace ciudadano Nº 344, realizado ayer desde el cantón San Miguel de la provincia de Bolívar, calificó como una “lástima” la actitud de los médicos del hospital Pablo Arturo Suárez al amenazar con presentar su renuncia masiva por la posible aprobación del COIP.
Correa no solo les pidió cautela para que no tomen decisiones apresuradas, sino que advirtió que no cederá a ninguna clase de medidas de presión. Por ello, aclaró: “Si ellos quieren renunciar, qué le vamos a hacer, a mí no me están perjudicando, perjudican a su familia...”.
El Mandatario formuló un llamado a los galenos para que esperen primero a ver cómo termina el debate en la Asamblea Nacional, pues resaltó: “Todavía no ha pasado nada, todavía está discutiéndose el Código, si sale algo con lo que no estamos de acuerdo, se vetará”.
Correa indicó que coincide, en parte, con la preocupación de los galenos, pero aclaró: “Con lo que no coincidimos es que se saque completamente la penalización de la mala práctica profesional”.
Dijo que en caso de que los galenos cumplan su advertencia, el Gobierno pondrá en marcha un programa de emergencia para traer médicos extranjeros.