Alfaro asciende a general en su natal Montecristi
En medio de la expectativa y gestos de apoyo de ciudadanos, el presidente Rafael Correa otorgó, mediante un decreto, el grado post mórtem de General del Ejército a Eloy Alfaro Delgado.
Un emotivo acto se desarrolló ayer, cuando se conmemoró un aniversario más de la Revolución Liberal, en Ciudad Alfaro, Montecristi, en el mismo lugar que reposan los restos del “Viejo Luchador”.
En el lugar estuvieron personajes como Aleyda Guevara Sánchez, hija del mítico Ernesto “Che” Guevara, además de Correa, quien ofreció un discurso para exaltar la figura de Alfaro.
La ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, recordó el centenario de la muerte de Alfaro, que la historia bautizó como “Hoguera Bárbara”.
La funcionaria destacó los logros más importantes de la lucha de este ex presidente. “Alfaro soñó con un país igualitario y sin discriminación de ningún tipo (...) como utopía realizable”, expresó.
Al final de la intervención, los asistentes a la ceremonia y los delegados extranjeros, que participan en el encuentro Joven Luz Alfarista, aplaudieron emocionados cuando ella remató su discurso con la frase: “La revolución continúa”.
Con ese preámbulo, se procedió a leer el decreto presidencial que declara a Don Eloy, al cumplirse 100 años de su muerte, como General del Ejército ecuatoriano.
Aleyda Guevara fue la encargada de leer el documento y presentar la placa de reconocimiento a Alfaro.
Ella detalló la importancia del “Viejo Luchador” en los cambios políticos ocurridos en el pasado en Latinoamérica. Lo comparó con personajes como José Martí, Simón Bolívar, Augusto Sandino y hasta con su padre, el “Che” Guevara.
Luego vino el turno de Correa, quien destacó el hecho de que la ceremonia se realizara en Montecristi, donde no sólo empezó la revolución de Alfaro sino que “aquí nació la Patria Nueva gracias a la Constitución de 2008”.
El Mandatario contó que Eloy Alfaro nunca fue nombrado general por los militares, pero aceptó el nombramiento que le otorgó el pueblo, en este caso, de Nicaragua, durante uno de sus exilios.
“Este es el día, no del liberalismo sino del radicalismo”, aclaró Correa, en referencia a que Alfaro promulgaba los principios sociales de igualdad y no los económicos asociados al “liberalismo”.
El gobernante afirmó que la lucha de Alfaro, “el eterno comandante montonero”, no era liberal, ya que esa tendencia era dirigida por la burguesía costeña, su posición era radical.
Correa mencionó que Alfaro fue líder de los pueblos excluidos (mestizos, cholos, negros), la persona que enfrentó el despotismo de los terratenientes y quien recibió el ataque de los medios de aquella época. Por eso dijo sentirse contento de compartir los mismos enemigos que tuvo Don Eloy.
“Le decían el Diablo o el Masón, así era llamado por sus enemigos (...) pero es gracias a Alfaro que se fundó el Estado laico, gracias a él tenemos Patria”, acotó. Citó entre sus logros la educación pública, laica y gratuita, así como también la salud y vialidad.
“Que nos roben todo, menos la esperanza, la fe en nosotros mismos. Las independencias, las revoluciones no la hacen los dirigentes sino el pueblo y la Revolución Ciudadana es alfarista”, puntualizó Correa al finalizar su intervención en Ciudad Alfaro, Montecristi.