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El Telégrafo

Alfaro promovido a “General”: una aclaración necesaria

Alfaro promovido a “General”: una aclaración necesaria
10 de junio de 2012 - 00:00

A propósito de los escándalos mediáticos y políticos sobre el título de “General” otorgado a Eloy Alfaro Delgado, es necesario despejar las dudas históricas.

En Quito, el 11 de octubre de 1883 inició sus sesiones la Asamblea Constituyente, que eligió como Presidente Interino de la República a José María Plácido Caamaño. En vista de este hecho, el día 18, Eloy Alfaro Delgado dirigió, desde Portoviejo, una proclama a los ciudadanos reconociendo a la Asamblea y declinando el Mando Supremo que se le había otorgado en la Costa para combatir a la dictadura de Ignacio de Veintemilla. Luego partió a Guayaquil y de allí rumbo a Panamá.

La Asamblea agradeció a quienes habían luchado contra la dictadura. Y dice el reconocido liberal alfarista Roberto Andrade que la misma Asamblea distribuyó grados militares, pero ninguno para Alfaro. En su libro “Eloy Alfaro”, el historiador conservador Wilfrido Loor, para contradecir al liberal Andrade, sostiene que la misma Convención, en sesión del 29 de enero de 1884, otorgó a Alfaro el título de General. Sin embargo, no señala que Alfaro se negó a aceptar semejante designación.

Años más tarde, hallándose Alfaro en Nicaragua, la Asamblea Nacional Legislativa de este país expidió el siguiente Decreto:

“La Asamblea Nacional Legislativa.
Decreta:
Artículo único.- En atención a los altos merecimientos personales del señor Eloy Alfaro y a los grandes servicios prestados por él a la causa de la democracia en la América Latina, se le confiere el grado de General de División del Ejército de la República.
Dado en el Salón de Sesiones de la Asamblea Nacional Legislativa.- Managua, 12 de Enero de 1895”.

Después del pronunciamiento popular del 5 de junio de 1895, con el que se inició la Revolución Liberal Ecuatoriana y todavía en plena campaña revolucionaria, el Consejo de Ministros, que actuaba temporalmente como Poder Ejecutivo, resolvió dictar el siguiente Decreto:

“Decreto de ascenso
EL CONSEJO DE MINISTROS,
Encargado del Poder Ejecutivo,
Considerando:

1º Que el General don Eloy Alfaro con su pericia y valor, ha escrito, en los memorables campos de San Juan y de Gatazo, una de las páginas más gloriosas de los fastos militares de la República; y
2º Que su magnanimidad y clemencia para los vencidos le ha igualado a los más eximios guerreros de que nos habla la Historia,
Decreta:
Art. 1º Asciéndese al General de Brigada, don Eloy Alfaro, a General de División.
2º Comuníquese por orden General al Ejército y dése cuenta á la próxima Asamblea Nacional.
Dado en Guayaquil, a 20 de Agosto de 1895.
El Presidente del Consejo y Ministro de lo Interior, Relaciones Exteriores &…
L. F. Carbo.
El Ministro de Hacienda, &, y Encargado del Despacho de Guerra y Marina,
Lizardo García”.

Este documento ha sido reproducido en obras como “Eloy Alfaro. Su vida y su obra” del historiador Jorge Pérez Concha; y “El Viejo Luchador. Su Vida Heroica y su Magna Obra” de Eugenio de Janón Alcívar. Pero el mismo Decreto original se halla publicado en el Registro Oficial del 24 de agosto de 1895 (Guayaquil, Año I, No. 15).

En consecuencia, Eloy Alfaro sí tuvo el título de General aquí, en Ecuador. Y el Decreto transcrito reconoce, además, que se le asciende de General de Brigada a General de División.

Por Decreto del 5 de junio de 2012, el Presidente Rafael Correa Delgado ha resuelto lo siguiente:
“Por haber cumplido con los requisitos determinados en la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas y por su excepcional servicio a la Patria, PROMUÉVASE a GENERAL DE EJÉRCITO, al SR. GENERAL DON JOSÉ ELOY ALFARO DELGADO”.   

La pasión política quiere ver problemas y fantasmas donde no los hay. Porque, en definitiva, lo que ha hecho el gobierno nacional, es otorgar al General Eloy Alfaro, un nuevo título, como “General de Ejército”, que debe unirse a los que el Viejo Luchador los obtuvo en su tiempo.

Ha sido, pues, un homenaje digno para un personaje excepcional de la historia ecuatoriana, que es patrimonio y orgullo para el país y para América Latina.

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