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El Telégrafo

Actividad normal en las playas, pese a la alerta

Actividad normal en las playas, pese a la alerta
14 de agosto de 2011 - 00:00

Las actividades turísticas y productivas se desarrollaron ayer con normalidad en la mayoría de los balnearios de la costa ecuatoriana, una vez que la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) bajó el nivel de  alerta por oleajes de naranja a amarilla.

El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) informó que hay una relativa calma en las olas que avanzan del sur hacia el perfil costanero. Tras este anuncio el Comité de Operaciones de Emergencia de la provincia de Santa Elena suspendió sus sesiones permanentes, pero continúa con el monitoreo de la franja costera.

El subsecretario de Gestión de Riesgos, Felipe Bazán, manifestó que para hoy está prevista la presencia de oleajes en la zona costanera.

El director del Inocar, Jorge Cárdenas, indicó que la intensidad del oleaje comenzará a disminuir su altura a partir de hoy. Sin embargo, dijo que la afectación podría ser considerable  hasta que merme. Hasta ahora las olas más fuertes se han registrado en Salinas, Chanduy y Puerto Baquerizo Moreno, en Galápagos, sin que hasta el momento haya conocimiento de heridos o víctimas mortales.

Mientras que, habitantes de Pedernales denunciaron a la SNGR la desaparición de un pescador. La reducción del nivel de alerta permitió que 491 evacuados de las islas Bellavista y Costa Rica (provincia de Santa Elena) regresaran a sus hogares; y la playa de Jambelí permanezca abierta a los turistas.

Por el feriado, miles de ciudadanos llegaron hasta las costas para disfrutar de un descanso de tres días. En las provincias de Guayas y Manabí, las autoridades informaron a la ciudadanía sobre el cambio de alerta para que  puedan disfrutar del feriado y los operadores turísticos realicen sus actividades en forma normal.

La alerta naranja decretada inicialmente por el Gobierno ante la posible llegada de inmensas olas, de hasta 4 metros de altura, hacia las costas del país, no fue obstáculo para que los turistas se dirijan a las playas aunque en menor número que en ocasiones anteriores.

Según reportes de la entidad, la capacidad hotelera en Manabí se encuentra ocupada en un 90%, mientras en Guayas los operadores turísticos reportaron que ya no había habitaciones disponibles. De esta forma, los empresarios  que al inicio estaban preocupados por la declaratoria de emergencia, se mostraron satisfechos porque pudieron retomar sus actividades sin perder sus inversiones.

El sector pesquero artesanal también volvió a sus jornadas de trabajo para abastecer los mercados locales.  Durante la alerta naranja estaba prohibido todo tipo de faena y el ingreso al mar para precautelar la seguridad de la población.

A pesar de que el riesgo es menor, la SNGR  mantendrá el monitoreo del comportamiento marítimo para alertar   sobre algún cambio que pudiera poner en riesgo a los turistas en las playas, por lo que se recomienda estar atentos a las indicaciones que el organismo emita para salvaguardar la vida y los bienes de los ecuatorianos.

La Armada y la Policía Nacional mantienen la vigilancia de los lugares turísticos para precautelar la seguridad de los ciudadanos. Las recomendaciones a los bañistas son: que se mantengan en los sitios asignados y utilicen flotadores en caso de realizar deportes que requieran ingresar mar dentro.

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