El Plan Nacional de Incentivos a la Conservación se creó, en 2008, para promover el uso responsable de recursos naturales y evitar el deterioro de ecosistemas por medio de la expansión de la frontera agrícola. En este proyecto las comunidades y pequeños agricultores son un aliado esencial.

Ellos fueron reconocidos el martes en la rendición de cuentas del Ministerio del Ambiente (MAE), en Guayaquil. Hasta la fecha 2.600 comunidades, campesinos y nacionalidades indígenas, se han unido en la conservación de bosques nativos.

“De esta cifra solo en el último año de gestión se lograron incluir 400 nuevos convenios que han beneficiado económicamente a 13.870 ciudadanos con una inversión de $ 1,5 millones, un hito que ha sido reconocido a nivel mundial”, enfatizó la ministra del MAE, Lorena Tapia. Como resultado de la implementación de estas políticas en el país se conservaron 206.716 hectáreas de bosques nativos, es decir, el MAE superó sus metas en 2014 y llegó al 103% de preservación de áreas naturales.

“Con esto hemos querido dar una nueva visión de Patrimonio Natural, basada en 6 componentes: restauración y reforestación, manejo forestal, biocomercio, servicios ecosistémicos, conservación y facilitación para la adjudicación de tierras”, dijo la ministra.

Estos componentes se enmarcan en la normativa ambiental vigente, la gestión de paisajes, el ordenamiento territorial y el manejo de bosques y vida silvestre. La meta es reforestar 500.000 hectáreas de bosques nativos hasta 2017, por lo que los 243 convenios firmados con municipios servirán de apoyo.

Con esta aspiración, el MAE tiene previsto alcanzar el récord Guinness de reforestación forestal en 2 años. El Programa para la Gestión de Residuos Sólidos generó resultados en 2014: se entregaron 86 estudios de cierre técnico de botaderos.