El aroma  de un humeante y recién pasado café, el audible crujir de la madera, la brisa fresca que llega del río Guayas y la explosión de color de las obras que cubren casi cada espacio del Café-Galería Triviño brindan  una sensación cálida, especial y acogedora a este lugar.

Ubicado en una de las casas tradicionales de Las Peñas, en la calle Numa Pompilio Llona Nº 172, en medio de refugios  de pintores  y bares de distinto tipo, esta cafetería inició como un taller de elaboración de marcos para cuadros hace más de 10 años.

“Primero empezamos en una casa que se encontraba en esta misma calle, pero un poco más hacia arriba. Luego vimos la posibilidad de mudarnos y vinimos para acá, donde es más grande y montamos nuevamente la galería”, cuenta Viviana Triviño, una de las 4 hijas de Armando Triviño, el propietario del sitio, que se ha transformado en un negocio familiar donde colaboran ella, sus  hermanas y su madre.

“Entre todos nos ayudamos. A veces atendiendo a los clientes, a veces preparando los alimentos u otras sirviendo las mesas”.

En el sitio hay decenas de cuadros de variadas escuelas y estilos, de unos 15  artistas, todos ecuatorianos.

Existen obras de Víctor Hugo Muñoz, Daniel Ortega, Enrique Arévalo, Wilson Preciado, Manuel Jara, Patricia Matamoros, Fernando Manrique, entre otros.

Según Viviana, los cuadros son adquiridos previamente por  su padre, aunque algunos sí se encuentran a consignación.

“Todos participamos de la elección de las obras de arte. Mi papá elabora los marcos en su taller que se encuentra en la terraza de la casa, donde trabaja con madera”, indica.

“Esta es una construcción casi centenaria, que pasó a manos de mi abuelo hace 96 años, en la época del ‘boom’ del cacao, cuando se hacían muchos negocios solo de palabra. Esta casa le fue entregada como pago de una deuda”, recuerda Armando, mientras se acomoda en una de las pequeñas mesas de madera que componen la cafetería, decorada con manteles y sillones en tonos tierra y antigüedades como botellas y planchas de carbón, transformados ahora en maceteros.

La idea de montar una cafetería surgió hace 9 meses en medio de conversaciones con amigos.

“Mi padre decidió hacerlo poco a poco. El mismo construyó los muebles, luego los hizo tapizar y asi fue como comenzamos. En este tiempo nos ha ido muy bien, la acogida ha sido muy buena”, relata Viviana.

Humitas, hayacas, tortillas de verde, chocolate caliente, muchines, ensalada de frutas, café pasado, jugos naturales, cakes, hamburguesas y hot dogs son parte del menú del Café-Galería Triviño.

El horario de atención es de lunes a domingo de forma ininterrumpida, desde las 10:00 hasta las 22:30, aunque los viernes y sábados se extiende a veces hasta las 2:00. 

“No brindamos bebidas alcohólicas ni platos fuertes. Aunque en feriados y fines de semana recibimos también turistas, tenemos sobre todo clientes frecuentes, familias que se sienten bien en este ambiente relajado o personas que a veces vienen, se toman un café y se quedan por horas leyendo un libro”, dice Viviana.

Los precios en este Café-Galería van desde los $0,75 hasta los $3,50.

Además, brindan el servicio de organización de eventos, como cumpleaños, aniversarios y otros.

“La persona interesada debe llamarnos por teléfono y pedirnos si desea que se prepare algo en especial, como una torta. Nosotros proveemos el lugar, con un  guitarrista si es del gusto del cliente”, concluye Viviana.