Diez mil personas, aproximadamente, participaron ayer de la tradicional procesión del Divino Niño, que recorrió 10 kilómetros por las principales calles y avenidas del norte de la ciudad.

El recorrido inició en el santuario Nuestra Señora de la Alborada, ubicado en la ciudadela del mismo nombre.  Maritza Vélez desde hace 16 años organiza y asiste a las caminatas que se realizan el 25 de diciembre, en Durán o Guayaquil, en honor al nacimiento del Divino Niño Jesús.

Su asistencia al recorrido, manifiesta, es una manera de agradecerle a Dios por salvar -a través de su hijo Jesucristo- la vida de millones de pecadores y además otorgarle el milagro de ver nacer a su último hijo.

Ocho motocicletas y cuatro patrulleros de la Policía Nacional resguardaron el orden en el norte.Maritza cuenta que en 1997 quedó embarazada y junto a su esposo e hija se emocionaron, pero esa alegría se tornó en angustia cuando el médico le indicó que obligatoriamente debía interrumpir el embarazo. “Era la vida de mi criatura o la mía. Yo estaba de nueve semanas de gestación cuando me detectaron preeclampsia (hipertensión arterial) y además el médico me dijo que no tenía suficiente líquido amniótico para que mi niño creciera sano dentro de mi vientre”, expresa.   

Afirma que decidió  rezarle a Dios y entregarle a su niño que venía en camino. Las oraciones surtieron efecto pues su embarazo alcanzó las 38 semanas y el bebé, a quien llamó Patricio, nació sano.

El recorrido en el que participó Vélez contó con la presencia de 85 uniformados de la Policía Nacional, quienes se concentraron desde las 09:00 para organizar el resguardo de los fieles.  

El capitán Vladimir Campaña, responsable del operativo, señaló que además se destinaron ocho motocicletas y cuatro patrulleros para que, durante el evento, “se controle el orden público y no se registre ningún delito como consecuencia de la afluencia masiva de personas”.

En otro punto de la ciudad, cerca de 4.000 devotos, con rosarios, libros de oración e imágenes del Divino Niño, participaron de la romería que arrancó en el sector de la Bahía (Manabí y Olmedo) y culminó en la iglesia Nuestra Señora de Fátima (Portete y Tungurahua).  

El hermano Enrique Albán Montes enfatizó que a esta caminata asisten creyentes de otros cantones del país.