Madres dan 3 meses menos de lactancia a recién nacidos
Indira Ubilla, madre de Jostin Castro, de 3 meses de edad, sólo le da leche materna “porque es el mejor alimento para mi bebé”.
Al igual que Indira, Elizabeth Anchundia da a su hijo Esteban leche materna. “La doctora me dijo que durante los primeros 6 meses debía ser su único alimento”.
Según la obstetra Marilú Martínez Loor, responsable del programa de Lactancia Materna del Área 7 de Salud, casos como los anteriores reflejan que existe en el país una mayor concienciación sobre la importancia de la lactancia materna.
Sin embargo, esto contrasta con las cifras oficiales. La encuesta demográfica y de salud materna e infantil de 2009 (Endemain) señala que a pesar de que el 96,7% de las madres inicia la lactancia, la duración promedio de la lactancia materna exclusiva, a nivel nacional, es de 2,7 meses, y tan sólo el 39,6% de las niñas y niños menores de seis meses la reciben.
Tres galenos de distintas casas de salud coinciden en que existe una introducción temprana de otros líquidos y alimentos no adecuados o innecesarios, que están desplazando a la lactancia materna y alentando la producción de enfermedades y malnutrición de los infantes por la ingesta de leche de fórmula o de tarro.
El doctor Oswaldo Andrade, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital materno-infantil Mariana de Jesús (Suburbio), expresa que el abandono de la lactancia se debe a una cuestión de “estética”. “Las madres cuidan su cuerpo y siguen consejos de belleza... cuidan el área de los senos y aquello provoca que la leche de fórmula reemplace la leche materna”.
Andrade enfatiza que es necesario capacitar al personal médico para que se encargue de concienciar a las madres sobre la importancia de la lactancia, pues “muchas fueron criadas con leches de fórmula y piensan que eso es normal”.
Por eso, dice, es fundamental que desde el colegio se eduque a las futuras progenitoras sobre la importancia de ese tipo de alimentación, “debe estar acompañado de una campaña permanente en los centros de salud”.
Otro factor que incide en los bajos índices de lactancia materna denominada exclusiva, según Andrade, es la “promoción de fórmulas por parte de visitadores a los pediatras en los centros de salud”, lo que está prohibido por el Código de Comercialización de Sucedáneos (1981), “pero que no se cumple, incluso en esta maternidad (Mariana de Jesús)”, denuncia.
Para hacer frente a esta situación, la obstetra Cecilia Freire, del hospital materno-infantil Matilde Hidalgo de Prócel (Guasmo), coincide en que son necesarias campañas sostenidas como las que realiza este centro de salud.
“Tenemos charlas todos los días, en las que explicamos a las madres que la leche materna es el único alimento para los niños de hasta 6 años”.
María Quiñónez, de 29 años, se encuentra en el octavo mes de embarazo y acudió ayer a la cita de rutina a la maternidad del Guasmo. Asegura que durante el periodo de gestación asistió a las charlas sobre la lactancia materna y que dará el seno a su hijo tal como se lo indicaron.
Tanto Freire como Andrade sostienen que la cantidad de leche que una madre produce llega a su punto óptimo cuando se le permite al niño sano amamantar tantas veces como lo necesite. El reflejo de eyección de la leche (líquido que emana del seno) opera más fuertemente cuando se alimenta al niño a demanda, es decir, sin imponer horarios.
La obstetra Martínez sostiene que hay que dejar atrás el mito de que las madres no pueden ingerir determinados alimentos, porque “pueden comer de todo, la dieta debe ser balanceada”, manifiesta.
Andrade añade que la ingesta de aproximadamente 10 vasos con agua ayuda. “Incluso a las que se les ha practicado una cesárea pueden comer de todo, porque ésta es una herida quirúrgica limpia”.
Los estudios científicos, señalan los doctores, demuestran que cuando una madre amamanta frecuentemente desde que nace el niño, con un promedio de 10 veces cada 24 horas durante los primeros 15 días, su producción de leche es mayor, el niño aumenta mejor de peso y la madre amamantará durante un periodo más largo.
La obstetra Martínez asegura que las causas más comunes de leche escasa son “amamantamiento poco frecuente y/o problemas con el afianzamiento y postura del bebé al mamar”.
Sostiene que “ambos problemas se deben en general a información incorrecta que recibe la madre lactante”. Los problemas de succión del niño pueden afectar de forma negativa la cantidad de leche que produce la madre.
“La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede ingerir. Si el bebé muestra señas de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se debe a alguna proteína ajena que ha logrado entrar a la leche materna”, sostiene la obstetra Martínez.