El proyecto Guayaquil Ecológico, del Ministerio del Ambiente, tiene como meta, según su gerente, el biólogo Santiago García, la rehabilitación de ciertas riberas de este ramal y la recuperación del cuerpo de agua. “Hay que tener en cuenta que esto no es algo inmediato. Es un proceso que tomará algunos años, en el que se pueden realizar obras o actividades a la par”, explicó.

Agregó que varias fases del plan de rescate se ejecutan desde el año pasado en la ciudad y se han mantenido en los primeros meses de 2012, entre estas algunas etapas relacionadas con el suelo.

“Estamos revisando un programa piloto de remediación de lodos, que abarcará específicamente un área. Trabajamos con bacterias que han sido extraídas de dentro del mismo estero, para lograr sepas o conjuntos de bacterias que ayuden al sector”, indicó García.

El propósito de esta fase es disminuir la composición química del fango, que actualmente llega con gran cantidad de materia orgánica y otro tipo de contaminantes.

Este plan piloto, cuyos resultados iniciales podrían estar en mayo próximo, se realiza junto con las Escuelas Politécnicas del Litoral y la de Chimborazo. 

La reforestación es también otro de los ejes de este programa en la urbe. El biólogo indicó que la meta para este año es reforestar 10 hectáreas en diferentes zonas cercanas al estero. “Hemos reforestado dos hectáreas  en lo que va del año, es decir, el equivalente a 5.000 plantas de manglar. Además, estamos identificando lugares susceptibles para la reforestación y donde la acción pueda resultar exitosa”.

Junto con el estudio de los lodos y la reforestación se encuentra el plan de la superoxigenación del Estero Salado, que es un método por el cual se ingresa oxígeno en grandes cantidades al ramal.

“Tenemos dos estaciones funcionando de forma óptima, una está en la ciudadela Las Garzas y la otra en en  puente ecológico, que queda en la ciudadela Kennedy. Ambas, que capturan el oxígeno mediante compresores, logran -a través de unos filtros especiales- que los niveles de oxígeno disuelto que existen en un cuerpo aumenten y, luego, el líquido superoxigenado es transmitido al estero”.

Este año se prevé implementar cuatro superoxigenadores más.  En total, existirán seis en la ciudad. “De acuerdo con el estudio técnico que permita identificar el lugar óptimo donde ubicarlas, las distribuiremos en otras áreas que competen a este proyecto del Estero Salado. Esperamos tenerlas a finales de julio o principios de agosto”.

El funcionario, además, indicó que trabajan en temas de educación ambiental para crear conciencia sobre la contaminación del Estero.

“Este año tenemos como meta llegar, al menos, a 60 centros con una campaña de educación en los colegios. Contamos con una obra de teatro para los jóvenes, cuyo tema central es el Estero y su contaminación. También realizamos un curso vacacional desde hace dos semanas”.

Al proyecto de recuperación del Estero Salado, se suman el del parque Los Samanes y la ecoaldea de la isla Santay, como ejes fundamentales de “Guayaquil Ecológico”, el plan general del Ministerio del Ambiente (MAE), cuya culminación está prevista para diciembre del año 2013.

Cabe indicar que este  brazo de mar, sumado a las partes bajas de los ríos Daule y Babahoyo,  conforman el ecosistema denominado Estuario Interior del Golfo de Guayaquil.