Los peatones fueron nuevamente los que sufrieron por las inundaciones  ayer en Guayaquil. La precipitación registrada durante la mañana anegó la zona urbana del norte, centro y sur de la ciudad.

La vía a Daule volvió a ser el escenario de problemas.  El líquido represado sobrepasó el nivel de las aceras en el kilómetro 5,5, por ese motivo los conductores redujeron la velocidad, lo que ocasionó congestionamiento vehicular.

Los trabajadores del sector indicaban a los choferes que se orillaran a la izquierda, pues en el carril derecho había un agujero en el que podían quedar atrapados. Una caña  incrustada en una alcantarilla permitía el desfogue.

Los transeúntes evitaban mojarse, pero era imposible ya que todo estaba cubierto, incluso desde dos alcantarillas salían sendos chorros de agua.

En la intersección de Víctor Emilio Estrada y Jiguas, en el norte, los ciudadanos tampoco podían transitar. Dos jóvenes, que debían cruzar, no se atrevían porque el estancamiento les daba hasta las rodillas.

Trabajadores de la concesionaria Interagua trataban de destapar los sumideros, empero, hasta las 11:00 se mantenía el problema.

Freddy Lluco, comerciante de jugos, se quejó. “Siempre que llueve quedamos inundados. Esto ya baja al mediodía”, dijo el hombre, quien no había vendido nada a esa hora.
En la avenida Juan Tanca Marengo, en cambio, los carros ‘bañaban’ a quienes esperaban movilizarse en transporte público.

Los estragos se repitieron en José Mascote y Pedro Pablo Gómez, cerca del mercado. La vecina Narcisa Inglasac responsabilizó al sistema recolector de basura. “Las alcantarillas están tapadas porque no se llevan todos los desperdicios”.    

También hubo inconvenientes en Monte Sinaí, Floresta, Guasmo Central, Julián Coronel (frente al Cementerio General), Sauces 9 (av. Parra Velasco), Antepara y Alcedo y varios sitios más.

En el sur, la av. Las Esclusas y sectores como Pradera y Floresta presentaron inconvenientes porque el agua, incluso, llegó a ingresar a viviendas y locales comerciales. Los propietarios de estos negocios vieron disminuidas las ventas del día.

Mientras que en el centro, calles como Gómez Rendón, Sucre, av. del Ejército, Los Ríos, entre otras, presentaron anegamientos que duraron hasta que la lluvia disminuyó su intensidad. Las precipitaciones comenzaron alrededor de las 05:00 y la llovizna continuaba hasta las 12:00.  

El alcalde Jaime Nebot estuvo al tanto de la afectación al tránsito y la caída de árboles. “Espero que la Autoridad de Tránsito Municipal y la Dirección de Áreas Verdes se hayan encargado del tema”, dijo.

Asimismo, presentó un nuevo plan para reparar el alcantarillado del Suburbio. Sobre las inundaciones y anegamientos, el burgomaestre solicitó a la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado (Ecapag) que informe públicamente dónde serán ubicadas las 19 válvulas que impedirán el ingreso de agua a los ductos durante la marea alta.

El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) descartó que durante esas horas se presentaran mareas altas. El mayor nivel fue de 3,74 metros, pero eso fue a las 03:19 (antes de las lluvias). A las 10:24 estuvo en 0,74 cm. (I)

Los transeúntes constantemente fueron mojados por los carros que pasaban por la avenida Juan Tanca Marengo. En esta vía también hubo estancamientos.

Familias están en zonas de riesgo

Ministros culpan a exautoridades esmeraldeñas

El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, responsabilizó a las administraciones municipales pasadas de haber permitido asentamientos humanos en zonas de alto riesgo de Esmeraldas.

El funcionario constató, en territorio, los estragos causados por las lluvias del 25 de enero en la provincia. Ese mismo día hubo oleaje y marea alta. Su primera visita fue a los habitantes de la Isla Luis Vargas Torres, frente a la ciudad de Esmeraldas. En este sector recordó que el Gobierno está ayudando, desde el primer momento de la emergencia, a las familias afectadas y damnificadas.

‘’Nunca hubo planificación y hemos encontrado dificultades que deben ser resueltas por los GAD municipales, tal como lo establece el Cootad, para evitar a futuro emergencias en cada invierno’’.

Luis Jaramillo, secretario de Gestión Riesgos (SGR), añadió que los exburgomaestres no cumplieron con los planes de desarrollo urbano y una reingeniería de evacuación. “Lo ocurrido hace una semana se lo puede catalogar de grave conmoción para los esmeraldeños’’, sostuvo.

Recordó que desde noviembre se elaboraron los planes de contingencia.

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) invirtió $22 millones para reubicar asentamientos humanos que estuvieron en zonas vulnerables, indicó  la gobernadora Paola Cabezas.

Junto a Navas, arribaron también viceministros de 5 entidades. (I)