Inundaciones se producen por falta de dragado del río
Rosa Nazipucha se levanta su vestido largo para que el agua no la moje. No está en la calle. Dentro de su casa aprendió a convivir con los estragos de cada invierno. Cada año su vivienda ubicada en la tercera etapa de la Alborada se llena de agua lluvia en cada aguacero que soporta la urbe.
Dice que ha escuchado que el problema no tiene solución. Que la culpa es de los vecinos que lanzan basura a las calles. Que Guayaquil está a un nivel muy bajo y por eso los estragos; y que cuando la marea sube genera que los desfogaderos de aguas lluvias se tapen. La mujer no está alejada de la realidad.
Según Mijail Arias Hidalgo, Ph.D. en Ciencias e Ingeniería Hídrica y profesor de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, es importante recalcar que el problema de inundaciones no solo se resuelve con infraestructura gris. Es decir con obras de cemento.
“No puede hacerse por dos razones. La primera porque las calles tienen una dimensión máxima y por los altos costos que estas obras representan”.
Sin embargo, señala que podría ser una alternativa revisar ciertas dimensiones de las tuberías de drenaje que datan de hace 40 o 50 años, en especial en zonas bajas de la ciudad como Urdesa, Febres – Cordero, sur y centro de Guayaquil y que cuya opción no ha sido ni siquiera analizada.
Para el ingeniero civil Milton Andrade Laborde, subdecano de la Facultad de Ingeniería, Industria y Construcción de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, la ubicación geográfica de Guayaquil la pone en desventaja.
Argumenta que la ciudad está en la desembocadura de una cuenca hidrográfica vasta y se encuentra dentro de un accidente geográfico notable como es un golfo.
“Se ubica a pocos metros de altura sobre el nivel medio del mar, lucha contra el taponamiento de cauces naturales de agua debido a los asentamientos no regulados. Además posee un riesgo alto en inundaciones que se producen por el cambio climático”.
Falta de dragado
Pero más allá de las complicaciones geográficas y la falta de obras que mitiguen el problema de las inundaciones de la ciudad, se requiere urgentemente el desazolve del río Guayas, dice el ingeniero civil Miguel Ángel Manzur.
Añade que cada año se incrementan asentamientos de miles de m3 de arena, arcilla y piedras. Este islote está al mismo nivel de la ciudad. Esto forma un vertedero de retención. “El río dejará de ser navegable si no lo dragan, en algunos años cruzaremos a pie a La Puntilla”.
El arquitecto urbanista Héctor Danilo Hugo Ullauri manifiesta que la Municipalidad no tiene competencia exclusiva sobre el dragado del río y que este le corresponde al Consejo Provincial del Guayas. “Este problema debe tener un abordaje integral e incluso involucrar a las universidades”, manifestó.
Descarga
Dragar la ría es importante
Para el ingeniero Luis Tama, al no dragar el Guayas se pierde el volumen de almacenamiento de agua. En vez de haber descarga de las lluvias existirá un reboce.
Obras para mitigar impacto
El arquitecto Luis Valero Brando considera que colocar válvulas en la salida de las tuberías al estero Salado y al río Guayas evitará que el agua ingrese a la ciudad.
Se tapan salidas de agua
Todas ellas desembocan en el río y los esteros. Cuando los niveles de estos suben no se pueden vertir ahí las aguas lluvias. (I)